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El Parlamento ve mañana 29 preguntas sin contestar por el Gobierno desde 2003

El popular Maura le acusa de "connivencia con el Gobierno" para esquivar el control

La Comisión de Educación y Cultura del Parlamento ha programado para la sesión que celebra mañana 29 preguntas al Gobierno que llevan sin contestar desde hace casi catorce meses. La Mesa de la Comisión, que preside el diputado de EA Martin Aranburu, ha incluido además las preguntas en el orden del día de la misma sesión en la que se va a debatir el Plan Vasco de la Cultura. Se trata un documento de una gran amplitud y complejidad, y al que han presentado numerosas propuestas de resolución los grupos. Es de prever que su discusión deje sin objeto muchas de las preguntas planteadas.

El diputado concernido, el popular Fernando Maura, que las presentó el 16 de septiembre de 2003, tachó en declaraciones a este periódico de "tomadura de pelo" la actuación del Gobierno y de los responsables de organizar el trabajo de la comisión. A ambas partes les acusa de haber actuado "en connivencia" para esquivar durante más de un año la comparecencia de la consejera de Cultura, Miren Azkarate.Las 29 preguntas están basadas en contenidos de los documentos que sirvieron de base para la elaboración del Plan vasco de la Cultura, el mismo que se debate en el primer punto del orden del día de la sesión de mañana de la comisión parlamentaria. Es de prever que la discusión previa del plan deje sin objeto muchas de las las preguntas, si no todas, del diputado popular, que reprocha a la consejera, Miren Azkarate, no haber acudido a la Cámara a responderlas durante más de un año.

El presidente de la Comisión de Educación y Cultura, el parlamentario de EA Martin Aranburu, explicó a este periódico que todas las preguntas de la batería presentada por Maura guardaban relación con el Plan Vasco de la Cultura, que todavía no se había elaborado cuando las registró. "En muchas de ellas se pedía la opinión de la consejera sobre una u otra cuestión", lo que, en opinión de Aranburu, "no tenía demasiado sentido" mientras el plan estaba en preparación.

Aranburu apuntó también a la falta de interés del propio grupo proponente: "Tampoco me han insistido mucho" [para programar la comparecencia de la consejera*>, argumentó.

Las preguntas de Maura, que versan desde las artes plásticas hasta la actualización de catálogos e inventarios, pasando por el ballet o la biblioteca vasca, entraron en la Cámara el 16 de septiembre de 2003. El 25 de ese mismo mes fueron enviadas al Gobierno. Desde entonces hasta mañana, las 29 preguntas han hibernado y sobrevivido de un período a otro de sesiones -cuatro con el actual-, por medio de otras tantas ratificaciones del portavoz del grupo, que se encarga de ese cometido para evitar que las iniciativas no decaigan.

Según Maura, la única comunicación mantenida con él por el presidente de la comisión fue el año pasado para informarle de que el Departamento de Cultura deseaba hablar con él. "Nunca se pusieron en contacto conmigo", asegura.

Aranburu justificó la inclusión de las preguntas en la misma sesión de debate del Plan Vasco de la Cultura en la relación que guardan con su contenido. Pero el hecho de que el plan esté ahora terminado y que vaya a discutirse en la misma sesión parece destinarlas a que sean retiradas por el diputado proponente. Sobre el año largo transcurrido sin que el Gobierno las haya contestado, Aranburu no tiene una explicación cerrada, pero apunta también a una supuesta falta de interés por parte de Maura. "De haberlo tenido, supongo que habría insistido", señaló.

Para Maura, se trata de una demostración de desprecio del Gobierno a la labor de control parlamentario. "El Gobierno no quiso venir a dar explicaciones sobre el plan que preparaba y el presidente de la comisión le ha permitido eludir el control en la Cámara, por lo que puede decirse que ambos han actuado en connivencia", afirmó.

Este episodio viene a añadirse a los que enfrentan a los grupos de la oposición con el Gobierno, y que incluso han implicado a los órganos de gobierno de la Cámara, por la resistencia de éste a responder a los requerimientos parlamentarios o por sus dilaciones en hacerlo.

La oposición estima que esa actitud deja sin sentido muchas de sus iniciativas, como previsiblemente será el caso mañana. En el pleno del viernes pasado, los grupos del tripartito echaron abajo una proposición del PP, que pedía que la Cámara instara al Gobierno a someterse y no obstaculizar la labor de control parlamentario.

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