La historia de María y Serguéi

"Elegí Rusia porque es uno de los pocos países que dan una posibilidad a los que deciden sumergirse en este proceso en solitario. Tengo una preasignación desde junio. El niño se llama Serguéi y nació en agosto de 2001". Éste es el relato de María, una de las afectadas por este proceso.

"Han pasado dos años. En el primero te vuelcas en los trámites para el certificado de idoneidad y en recopilar información de la ECAI [agencia] que llevará tu gestión. En mayo pasado recibí la primera preasignación, junto con un escueto y alarmante informe médico. Desde la ECAI te aseguran que la información sobre la salud del menor viene inflada, pero necesité más información", agrega.

"La Comunidad tiene un servicio de pediatría social para hacer un seguimiento de salud al menor una vez que esté en el país. Pero si todavía no hay niño en el país, no hay respuestas. Me sentí desorientada en un vacío informativo, psicológico, e incluso legal, de dimensiones preocupantes. Decidí solicitar a la Federación Rusa un informe más amplio sobre la salud del niño. Y en 10 días me remitieron otra preasignación. El informe de Serguéi era menos abrumador o, quizá menos preocupante. La ficha decía que tiene un carácter sociable y una alteración específica del desarrollo psicológico. Acepté la preasignación", explica María.

María empezó con urgencia los preparativos del viaje. Pero lleva ya cuatro meses de espera.