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Del tirón a las bandas organizadas

En la última década, la radiografía del delito ha variado sensiblemente, la población ha aumentado un 7,3% y las infracciones penales han crecido por encima del 25%

Elsa Granda

¿Es España un país más inseguro que hace 10 años? Analizando las estadísticas y los argumentos de los sindicatos policiales parece que sí. Se roban menos bancos, pero se denuncian más homicidios. Hay menos posibilidades de sufrir un tirón, pero más de que se produzca el robo de un vehículo. En la última década las infracciones penales -delitos más faltas-, se dispararon un 25,08%, según las estadísticas del Ministerio del Interior.

Los delitos han disminuido un 2,34% desde 1993, aunque esta tendencia no es homogénea para todos los tipos. Los que se cometen contra las personas (asesinatos, homicidios, lesiones y maltrato familiar) se ha incrementado un 60,88% en la última década. Aunque representan sólo el 2,65% del total de los hechos delictivos de los que se ha dado cuenta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, son los que mayor alarma social causan. Al mismo tiempo se ha producido un aumento espectacular (60,88%) de las faltas -conductas tipificadas en el Código Penal con penas menores porque la lesión que producen al bien jurídico es de menor entidad-.

Las denuncias por malos tratos y homicidios suben el 339,95% y el 75,26%, respectivamente
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La cifra negra de la estadística sobre delincuencia

La delincuencia dibujó el mayor ascenso en la gráfica de la década en 2002, con Mariano Rajoy (hasta el mes de julio) y Ángel Acebes al frente del Ministerio del Interior, cuando se acercó a los dos millones de denuncias. Entre 2000 y 2002 se aprecia un ascenso de las infracciones penales denunciadas del 16,13%, tras siete años de ascensos moderados.

La mitad de los delitos contra las personas corresponde a denuncias por malos tratos. En 2003, los cuartelillos de la Guardia Civil y las comisarías de policía registraron una media de 33 denuncias diarias por maltrato familiar y murieron a manos de sus parejas 70 mujeres. Aunque si a estos datos se suman las denuncias de faltas relacionadas con la violencia de género, la estadística se dispara más aún. Los delitos de malos tratos, junto a los de homicidios, consumados o no, son los que más han aumentado proporcionalmente en los últimos 10 años, un 339,95% y el 75,26% respectivamente.

En 1995, se contabilizaron 697 denuncias por homicidios, mientras que en 2003, se habían producido 1.162, una media de tres cada día. Los ajustes de cuentas, los tiroteos, los robos en domicilios tienen gran parte de responsabilidad en el aumento de los delitos violentos. Sólo entre enero y julio fueron desarticuladas en la Costa del Sol 33 bandas criminales.

Pero tampoco hay que perder de vista los incrementos en otro tipo de delitos denunciados: robo con violencia (6,04%), sustracción del vehículos (14,26%), lesiones (10,25%), falsedades (44,62%), contra la libertad sexual (17%), contra la administración de justicia (39,91%), contra el orden público (16,08%). El resto de delitos recogidos en el Código Penal aumentaron un 29,37%. En el apartado de faltas, sólo disminuyen aquellas que se refieren a los intereses generales (-9,6%). Las denuncias han aumentado en el resto de los grandes bloques: contra el patrimonio (6,75%), contra las personas (72,13%) y contra el orden público (41,87%).

El universo delictivo también ha sufrido otras transformaciones desde 1993. Los sindicatos policiales destacan el aumento de los delitos informáticos y del tráfico de personas y drogas ("se aprovechan de la miseria de aquellos que buscan una vida mejor").

Más transformaciones: la década de los ochenta supuso una pesadilla para las entidades bancarias. Se cometía un atraco cada 56 minutos. En 1982, cuatro asaltantes desvalijaron 186 cajas blindadas del Banco de Andalucía de Marbella. El botín ascendió a unos 2.000 millones de pesetas.Las estadísticas dicen que estos delitos han disminuido un 66,14%. Mientras los bancos comienzan a respirar más tranquilos, hay otro gremio que sufre la delincuencia: las joyerías. Entre 1999 y 2000, en un solo año y medio, el gremio de los joyeros sufrió 155 atracos y 60 robos violentos, lo que les llevó a optar por la seguridad privada para proteger sus establecimientos. En 2001 la policía comenzaba a hablar de "una nueva modalidad delictiva", el alunizaje, que consiste en lanzar coches de gran cilindrada contra los escaparates. En ese año, las fuerzas de seguridad estimaban que seis bandas nacidas en Madrid controlaban los robos por este sistema en toda España.

También hay aspectos positivos en las cifras. En la última década han disminuido considerablemente las sustracciones por tirón (-54,14%), los atracos a los bancos (-66,14%), las sustracciones en interior de vehículos (-4,44%), los asesinatos (-21,42), las violaciones (-10,10%), los delitos contra la libertad (detención ilegal, secuestro), allanamiento de morada, coacciones (-21,32%), y los delitos contra la administración pública (prevaricación, cohecho, tráfico de influencias; -40,70%).

Entre la segunda y la cuarta preocupación

Entre 1995 y 2003 la inseguridad ciudadana ocupó los primeros puestos de las preocupaciones de los españoles. Según un estudio del Instituto Universitario de Investigación sobre Seguridad Interior, en el que se analiza una secuencia de estudios y barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la delincuencia se ha movido entre el segundo y el cuarto escalón de los desvelos de los ciudadanos. En los 11 primeros meses de 1995, los problemas mencionados por los encuestados como más preocupantes fueron el paro, la droga y la inseguridad ciudadana. Pero en diciembre de ese año el terrorismo relega a la delincuencia hasta el cuarto lugar. A pesar de ello, el 38,4% de los encuestados consideró que la seguridad ciudadana era un problema muy importante y un 54%, bastante importante. De enero a diciembre de 2003, la inseguridad se situó como la segunda preocupación de los españoles. Desde entonces, nunca ha escalado más allá del cuarto puesto y hasta marzo de 2004, la lista ha estado copada por el paro, los problemas económicos y la vivienda.

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