Turísticamente coincidentes

Hace cuatro años, la Diputación de Castellón creó una sociedad, en teoría, para la promoción turística y de servicios de la provincia. La institución provincial inyectó una primera aportación de 60.000 euros y se alzó, en principio, como única socia. Actualmente, la Diputación conserva únicamente un 7% de la mercantil que, en el ejercicio 2003 tuvo unas pérdidas de más de 137.000 euros. Pese a ello, el presidente de la Diputación, Carlos Fabra, mantiene su puesto en la presidencia del consejo de administración y tiene como socios a tres grandes grupos empresariales relacionados directamente con la construcción que, además, han manifestado su intención optar a la construcción del complejo que se prevé construir alrededor de Mundo Ilusión, el parque temático que ha de levantar la Generalitat Valenciana entre Cabanes y Oropesa.

El gerente de TurCastellón utiliza despacho público para asuntos de la empresa

Además, según denunció el grupo socialista en la Diputación, el gerente de TurCastellón, Ignacio Soria, ex asesor de Fabra, conserva su despacho en la sede de la institución pública utilizando, para el funcionamiento de la mercantil, los recursos públicos de la Administración. Tal como señaló el propio Carlos Fabra, uno de objetivos que justificó la creación de la sociedad y la entrada de socios empresarios, con lo que la Diputación perdía la mayoría en la mercantil, fue el de otorgar una mayor "agilidad y flexibilidad" a las contrataciones ya que, a través de TurCastellón, los contratos no debían pasar por el rígido procedimiento de la administración.

En su, de momento, escasa vida, TurCastellón ha tenido, fundamentalmente, dos ingresos. Uno, por la venta de acciones y otro, tras la venta a la propia Generalitat, a través de la Sociedad Parques Temáticos de un estudio. Este estudio fue encargado por TurCastellón para que una empresa americana decidiera cuál era el lugar más idóneo para la instalación de Mundo Ilusión. De acuerdo con todos los rumores desatados antes de que se presentara el estudio, la empresa definió una superficie que se encuentra entre los términos de Cabanes y Oropesa como la más adecuada para el parque. Para pagar el trabajo, la Diputación volvió a inyectar dinero en TurCastellón a través de una subvención de 150.000 euros. Después, la mercantil vendió este estudio a la Generalitat por más de 190.000 euros, con lo que la sociedad ganó 40.000 euros en la transacción. Sin embargo, la Diputación, que fue la institución que realmente pagó el estudio, no recogió los beneficios de la venta ya que, para entonces, la propia institución ya había vendido varias acciones entre distintos empresarios que pasaron a formar parte de TurCastellón.

Las primeras acciones que vendió la mercantil tuvieron un precio de 210,35 euros. Las últimas fueron vendidas con el mismo valor que hace cuatro años, es decir, 60 euros. TurCastellón ha llegado a tener alrededor de una decena de socios. Sin embargo, actualmente, sólo permanecen, junto a la Diputación, Lubasa (Luis Batalla), Loger (Jesús Ger) e Inturcosa (Viuda de Gimeno), tres grupos empresariales que coinciden con los tres grandes grupos constructores que han mostrado su interés por urbanizar el entorno de Mundo Ilusión.