Lo que Greenpeace no dice de las incineradoras

En la entrevista realizada el pasado 20 de octubre el señor López Uralde, director de Greenpeace España, decía que las incineradoras de Guípúzcoa son ahora mismo las únicas en proyecto en España. Lo que no decía es que están a punto de ponerse en marcha la de Zabalgarbi en Vizcaya y la de Meruelo en Cantabria. La entrada en servicio de estas dos plantas supondrá incrementar en 350.000 toneladas cada año la capacidad de incineración en nuestro país. Por eso, afirmar, como lo hacía a renglón seguido que incluso empiezan a cerrar algunas incineradoras, por ejemplo en Cataluña, intentando dar una idea de abandono de esta tecnología, no sólo no se corresponde con la realidad, sino que supone dar una visión totalmente tergiversada de la misma.

El señor López Uralde sabe que la incineradora que se ha cerrado en Moncada (Cataluña) era antigua, obsoleta y pequeña (40.000 toneladas/año) y que se ha cerrado en virtud de un pacto político en el municipio de Moncada por el cual se ha cambiado la vieja incineradora por un nuevo macroecoparque de 300.000 toneladas/año -con sonada oposición vecinal por cierto- y que su cierre ha coincidido con la modernización y ampliación de la capacidad de la incineradora de San Adrián del Besós, en pleno Foro de las Culturas en Barcelona.

Por lo tanto, lo ocurrido en los últimos meses no sólo no supone el abandono de la incineración en nuestro país, sino justo lo contrario, es decir, el aumento de su utilización en casi 400.000 toneladas/año. ¿Le gustaría saber al señor López cuantas incineradoras se estarían proyectando actualmente en España si quienes tienen que resolver los problemas de la gestión de los residuos tuviesen la seguridad de que el debate en torno a las mismas se iba a producir de forma racional, serena, sin alarmismos ni descalificaciones hacia sus promotores? Se admiten apuestas.