La alta abstención marca los comicios locales de Venezuela

Las elecciones regionales de ayer en Venezuela se desarrollaron con normalidad y escasa afluencia de votantes. Se prevé una nueva victoria oficialista que reforzará el poder del presidente Hugo Chávez, sobre todo con la alcaldía de Caracas y Estados clave como Zulia, gran productor de crudo. La abstención en estas elecciones regionales y municipales podría superar el 60%.

El Gobierno de Chávez esperaba obtener en este proceso un reforzamiento de su poder en los niveles regional y municipal, aprovechando que la oposición se encuentra en una situación particularmente difícil. El Ejecutivo cuenta actualmente con 15 gobernadores chavistas y espera conquistar los Ejecutivos de los Estados de mayor concentración de electores, ahora en poder de la oposición, que, a su vez, confía en conservarlos.

Las batallas clave se libran en los Estados de Zulia, considerado el motor petrolero y ganadero del país, los industrializados de Carabobo y Bolívar, y los populosos Miranda, Monagas y Anzoátegui. Entre las alcandías, la más jugosa es sin duda la de la capital, Caracas, que seguramente arrebatará el chavismo a la oposición.

Con un incremento de la abstención y una mejora en los sistemas de votación, se llevaron a cabo ayer en Venezuela las elecciones regionales. Estimaciones iniciales señalan que la abstención podría sobrepasar el 60%, lo que significaría una duplicación del nivel registrado en la consulta que ratificó a Hugo Chávez en la Presidencia hasta enero de 2007.

Francisco Carrasquero, presidente del Consejo Nacional Electoral, dijo que históricamente el nivel de votación en las elecciones presidenciales siempre es mayor que en las regionales y locales. En el aumento de la abstención influyeron los llamados que hizo un importante sector de la oposición, alegando desconfianza en el árbitro electoral.

La coalición opositora Coordinadora Democrática denunció un fraude en el referéndum de agosto, pero no logró presentar las pruebas para demostrarlo. El proceso transcurrió con total tranquilidad, salvo aislados incidentes relacionados con fallos en el funcionamiento de algunas de las máquinas electrónicas de votación.

En el proceso estaban en juego 22 gobernaciones de estado, 336 alcaldías y 229 escaños de diputados a los Consejos Legislativos (parlamentos regionales). Al cierre de esta edición, las mesas electorales aún no habían cerrado, pero se preveía que esto ocurriría sobre las cuatro de la tarde (hora de Venezuela) por lo que los primeros resultados podrían ser presentados hacia las siete.

Al proceso estaban convocados 14 millones, distribuidos en 28.000 mesas, ubicadas en 8.000 centros de votación, 459 de ellos creados después del referéndum de agosto. Un 89% de los electores debía votar en centros dotados de máquinas SAES-3000, un sistema en el que el voto se registra tocando la pantalla para seleccionar sus opciones y luego tomar el comprobante de papel que emite la máquina, para depositarlo en una urna de cartón.