Noticias desvaídas

Los avances de las últimas sesiones, que han puesto a muchos valores a las puertas de sus máximos anuales, han provocado un chaparrón vendedor que ha coincidido en el tiempo con algunas retiradas de beneficios y con las tomas de posiciones más tardías. Esto ha dado como resultado un complicado equilibrio entre papel y dinero del que unos deducían cierta solidez de fondo en el mercado, mientras que otros ven en esta situación como un aviso del destino para poner su dinero a salvo.

Los datos son en estos días más interpretables que nunca y los de la economía estadounidense, en particular, adquieren tonos dramáticos, sobre todo si se les compara con las previsiones de los analistas.

La confianza de los consumidores, medida por la Universidad de Michigan, cayó en octubre 2,5 puntos, pero el dato era bueno porque los analistas habían previsto una caída de 6,2. Algo parecido sucedió con el PIB del tercer trimestre, que se quedó en el 3,7%, nada menos que 0,6 puntos por debajo de las previsiones.

Un asiduo al parqué madrileño comentaba que en realidad la economía no va tan mal, "lo que pasa es que los analistas no dan una a derechas" y descolocan a los inversores con sus previsiones.

El Ibex 35 terminó esta sesión con un recorte del 0,20%, aunque en algunos momentos llegó a marcar un nuevo máximo anual al situarse en 8.490,10 puntos. En la semana este indicador sube el 0,55% y cierra el mes de octubre con una ganancia del 4,85%.

El resto de los mercados europeos maniobró con las mismas dificultades ante unos precios en máximos y unas noticias económicas difíciles de interpretar, con lo que al cierre ofrecían un panorama un tanto desvaído. La Bolsa de París perdió el 0,40%, al igual que la de Londres, mientras que Francfort ganaba el 0,02%.

La Bolsa de Nueva York, de la que los inversores de medio mundo esperan señales concretas, continúa sin reaccionar ante la debilidad de la recuperación económica y ayer, a media sesión, mantenía los 10.000 puntos, con un avance del 0,02%.