Schröder y Chirac quieren que la UE diga 'sí' a las negociaciones con Turquía en diciembre

El presidente de Francia, Jacques Chirac, y el canciller federal alemán, Gerhard Schröder, se pronunciaron ayer en Berlín a favor de que el Consejo Europeo del próximo 17 de diciembre dé el visto bueno a la apertura de negociaciones para el ingreso de Turquía en la Unión Europea. Tras sus conversaciones de ayer en Berlín, Chirac y Schröder se reunieron con el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, para la firma de un acuerdo de venta a la compañía aérea turca Turkish Airlines de 36 aviones Airbus por un montante de 2.200 millones de euros.

Erdogan trajo a Berlín un anticipo de la dote del matrimonio futuro entre Turquía y la UE en forma de suculento contrato para la compra de aviones Airbus. Un bálsamo para las casi estancadas economías de Francia y Alemania. El mensaje es evidente: Turquía es un buen mercado para Europa y está dispuesta a hacer buena letra para lograr el ansiado ingreso en la UE. Chirac y Schröder, al alimón, se mostraron dispuestos a allanar el camino a una larga fase de noviazgo entre Turquía y la UE que se iniciará con el sí del Consejo Europeo en diciembre a la apertura de negociaciones.

Schröder dejó claro que el objetivo de las negociaciones con Turquía tiene que ser de forma expresa el ingreso en la UE "y ningún otro objetivo". Con estas palabras acentuó el canciller alemán su rechazo a las propuestas de la oposición democristiana que preconiza negar la entrada a Turquía en la UE y darle sólo la condición de "socio privilegiado". Democristianos de todos lo colores enfrentados estos días en una sorda lucha por el poder en el seno del partido coincidieron en declaraciones en contra de la entrada de Turquía en la UE y las críticas al Gobierno de coalición entre socialdemócratas y Los Verdes. La presidenta democristiana, Angela Merkel, consideró que la reunión con Erdogan "emite una señal equivocada". El portavoz de política exterior democristiano, Wolfgang Schäuble, sostiene que el ingreso de Turquía empeoraría de forma dramática la unión política o la destruiría.

Chirac y Schröder coincidieron en que el Consejo Europeo tomará una decisión sobre las negociaciones con Turquía basada en el "inteligente informe" que presentó la Comisión. Chirac se nostró favorable a la recomendación y declaró que Turquía tiene que entrar "cuando cumpla las condiciones". No obstante, el presidente francés dejó claro que la negociación va para largo y no tiene sentido plantearse ahora la cuestión del referéndum sobre el ingreso. Esto se producirá dentro de 10 o 15 años, cuando haya concluido la negociación. Hasta entonces pueden ocurrir muchas cosas y Chirac dijo que incluso puede ocurrir que Turquía renuncie a su candidatura. "Una polémica ahora no aporta nada. Los franceses, en el momento adecuado, tendrán la última palabra".

Chirac se negó también a relacionar el tema de la aprobación de la futura Constitución europea con el ingreso de Turquía, que "no tiene nada que ver con el Tratado constitucional y los que lo relacionan buscan una polémica". Por su parte, Schröder lanzó una andanada contra la oposición democristiana, a la que acusó de incapacidad para gobernar.