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Reportaje:

La omnipresencia de la sal

Un congreso analiza en Santa Pola la importancia de la sal en la historia de la humanidad

Quizá no nos damos cuenta pero algo tan sencillo como la sal ha estado presente en la vida del hombre y ha sido vital para las civilizaciones precedentes. Por ejemplo, la palabra salario tiene su origen en la sal que cobraban los legionarios romanos por su trabajo. La sal también es un condimento excepcional que los chinos utilizaban y comercializaron ya en el año 2.700 antes de Cristo. Luego los romanos utilizaron este mineral como conservante de pescados y carnes, y los ganaderos trashumantes fijaron sus rutas en función de las salinas, que garantizaban el engorde de sus reses, si bebían agua salada engordaban más.

La sal, un mineral omnipresente en la historia de la Humanidad, reúne en Santa Pola durante esta semana a 150 expertos, entre historiadores, biólogos y químicos, en el marco del III Congreso Internacional de Estudios Históricos de Santa Pola (Baix Segura) que en esta edición se centra en la historia de la sal y la cultura del mar. La elección del lugar no es baladí, ya que en esta localidad el mineral en cuestión ha sido vital desde sus orígenes, que se remontan a la época romana. Así lo demuestran las excavaciones que desde 1990 están realizando un equipo de arqueólogos de la Universidad de Alicante en el yacimiento Piccola factoría de salazones. Allí, Jaime Molina, profesor de Historia Antigua en la Universidad de Alicante y director científico del Congreso, explica cómo en Santa Pola se situó una ciudad fortificada que data del siglo IV antes de Cristo, cuyos pobladores se dedicaban a la pesca y al comercio con otros pueblos del Mediterráneo, sobre todo con los griegos. A partir del siglo I d. C. se desarrolló una importante actividad económica en torno al puerto, denominado por los romanos Portas ilicitanus, que pasó a ser la base de un comercio marítimo de gran amplitud, y se convirtió en la puerta natural al Mediterráneo de la colonia lulia lilice Augusta, la actual Elche. Este puerto era entrada y salida de los productos comerciales. El Portas ilicitanus se mantuvo activo durante toda la época imperial romana, del que quedan numerosos testimonios arqueológicos en Santa Pola: como es esta importante factoría de salazón de pescado, en la que se elaboraba la famosa salsa de pescado denominada garum; así coo almacenes para depositar las mercancías que serían embarcadas, calles, casas y otros vestigios. "La sal fue básica en la economía y el desarrollo social de aquella época", agrega Molina, que espera concluir este año las excavaciones en este paraje.

La sal también fue conocida en algunos periodos históricos como el "oro blanco", ya que constituyó un elemento indispensable en la economía de muchas poblaciones costeras basadas en la producción de salazón y, finalmente, se convirtió en un condimento esencial en la dieta mediterránea.

Este congreso, donde intervienen especialistas en historia antigua, moderna y contemporánea para hablar de la sal, se prolongará hasta el viernes día 29 de octubre. También contará la aportación y testimonios de algunas personas que han tenido responsabilidades políticas, como el ex embajador de España ante Naciones Unidas, Inocencio Arias, y representantes de las actuales empresas salineras de la zona. Entre los científicos que acuden al congreso destaca Manuel Carrillero, de la Universidad de Almería, que disertará de los recursos marinos en la protohistoria; y de la italiana Giovanna Battaglini, de la Universidad de Perugia, que ayer habló sobre la sal en los orígenes de Roma.

En total se presentan 15 comunicaciones y 12 ponencias con el objetivo de aproximarse a la historia y conocer la trascendencia que ha tenido algo tan sencillo como la sal en la historia de la Humanidad.

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