Exteriores intenta vencer el rechazo de Argel a la propuesta sobre el Sáhara

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, le reiterará hoy a su colega argelino, Abdelaziz Beljadem, que cualquier solución del conflicto del Sáhara debe pasar por el plan Baker, pero también por un acuerdo entre las partes. El ministro insistirá en que esta es la doctrina de la ONU, recogida en la resolución 1.541, y en que en ella se basan los intentos del Gobierno español de promover una evolución de las negociaciones.

Beljadem declaró la pasada semana a EL PAÍS que no le "gusta" lo que está haciendo España, y Moratinos le recibe hoy en Madrid para aclarar lo que considera un malentendido. "Argelia no entiende la posición española, porque alguien le está enviando mensajes confusos", manifestó ayer a este diario un estrecho colaborador del ministro, que añadió: "El Gobierno no tiene ninguna agenda marroquí oculta sobre este problema".

En un momento en el que la polémica vuelve a tomar tintes personalistas, ya que los independentistas saharauis y Argel están dejando ver claramente su rechazo de Álvaro de Soto, el diplomático uruguayo elegido por Kofi Annan como sucesor de Baker, Moratinos centrará sus argumentos en los temas de fondo. Según fuentes diplomáticas, insistirá en que el plan Baker tiene dos elementos esenciales, el periodo transitorio de autonomía y el referéndum de autodeterminación, que son inamovibles, pero sobre los que es preciso trabajar para sondear todas las posibilidades de que Marruecos lo acepte, como quiere la ONU.

Moratinos se mostró ayer en París más optimista sobre las posibilidades de arreglo que Kofi Annan.