Radiografía contable de la Red

El precio de un producto no refleja su auténtico valor. Esta máxima de la vida real puede aplicarse fácilmente a la Bolsa en general y a las empresas de Internet en particular. Si algo han aprendido los inversores que confiaron su dinero a las puntocom de finales de los años noventa es, precisamente, eso: confundir valor y el precio es un grave error.

Este libro se propone una tarea hercúlea, ya que intenta fijar el auténtico valor de las empresas de Internet. La complejidad es enorme. Toda valoración implica cierta subjetividad, pero, en el caso de las puntocom, hay que añadir que la simple disección de sus cuentas no sirve para acercarse, ni de lejos, a su valor real. Se trata de compañías que, a menudo, están en pérdidas, tienen escasos activos materiales y son pioneras en sus respectivos negocios, con lo que sus ingresos son aún limitados, y la previsión de por dónde pueden evolucionar, imposible de calcular.

Esta complejidad en el análisis de las cuentas de las empresas de Internet provocó, en parte, la sobrevaloración de sus acciones en Bolsa entre 1998 y 2000 -también debe culparse a cierto movimiento especulativo-. Ya nadie duda de que las previsiones se exageraron. En un estudio realizado en 1999 sobre 133 puntocom cotizadas, y que cita este libro, se concluyó que sus ventas debían aumentar a un ritmo medio de un 80% anual en los siguientes cinco años para justificar las cotizaciones.

La burbuja financiera que provocó esta mezcla de inflación de expectativas y avaricia especuladora terminó estallando, finalmente, en marzo de 2000. Pero la falta de criterios a la hora de analizar las puntocom con criterios objetivos se mantiene.

La autora de este libro comienza revisando los métodos clásicos de valoración de empresas, como los basados en el balance, en el fondo de comercio o en múltiplos de la cuenta de resultados o de compañías comparables. Se fija especialmente en un modelo muy conocido, el del descuento de flujos de caja (DFC). Éste ha sido el sistema utilizado por muchas compañías de capital riesgo para calcular el valor de las puntocom en las que invertían, aunque la autora advierte de sus riesgos. Este método calcula el valor presente de una empresa según los ingresos que se calcula que tendrá en el futuro. Pero, como dice la autora, "en un mercado tan rápido, cambiante y en permanente adaptación no es posible realizar una estimación adecuada de los flujos de caja futuros".

Después de plantear los problemas de los métodos clásicos, Montes propone el suyo. Entre otras cosas, el modelo limita la investigación en el tiempo (cinco años), añadee variables exógenas e incluye un método de simulación para reducir al máximo las incertidumbres de este mercado.

La autora aplica su método a cuatro empresas: Yahoo, Amazon, EBay y Terra Lycos. Son buenos ejemplos, ya que se trata de cuatro de las mayores compañías de Internet, que además actúan en distintos mercados. Las conclusiones son curiosas. Aplicando este método, los ingresos de Amazon, EBay, Yahoo y Terra aumentarían un 17%, 23,8%, 22,4% y 16,8%, respectivamente, muy lejos de ese 80% que pronosticaba aquel estudio, tan optimista, de 1999. La autora concluye que estas compañías ya no están sobrevaloradas, con la excepción de EBay.

Este libro es muy útil para todos los lectores interesados en comprender el valor de las compañías de Internet. Aporta datos novedosos y análisis interesantes. Quizá pueda reprochársele que está poco actualizado -las cuentas que analiza son de 2001 y 2002-, lo que perjudica a un libro que trata de analizar un mercado muy cambiante. También se echan en falta análisis más profundos -por ejemplo, de los gastos de la empresa-, como reconoce la propia autora, que promete futuras revisiones del texto. Será interesante seguirles la pista.