Achraf llamó a ocho de sus socios en España desde la cárcel de Suiza
El Gobierno pide la extradición del líder de Mártires para Marruecos
Mohamed Achraf, el supuesto jefe de la célula islamista que quería volar la Audiencia Nacional, mantuvo conversaciones telefónicas con ocho de los ahora detenidos o huidos en España desde el teléfono de la prisión del aeropuerto de Kloten, cerca de Zúrich. El detenido, que ha dado seis identidades diferentes, compró entre el 1 de septiembre y el 20 de octubre tarjetas telefónicas por valor de 65 francos suizos (100 euros).
Las autoridades suizas están rastreando el paso de Mohamed Achraf por el país, pero antes es necesario aclarar cómo se llama realmente, ya que ha dado seis identidades diferentes. En España cumplió condena como Mohamed Achraf, de Emiratos Árabes Unidos, pero en Suiza está encarcelado como Kamel Saadi, palestino de Gaza, aunque llevaba documentación francesa falsa a nombre de Mikael Etienne Christian Lefevre.
El presunto jefe de los llamados Mártires para Marruecos fue arrestado el 28 de agosto en el cantón (provincia) de Zúrich, tras cometer una infracción de tráfico (las autoridades suizas dijeron ayer que fue "por casualidad"). Los agentes comprobaron que llevaba pasaporte falso y efectuaron la detención por estancia ilegal.
Dado que se trataba de un caso de inmigración irregular, Achraf fue trasladado a la prisión del aeropuerto de Kloten (Zúrich), donde fue internado el 1 de septiembre, según fuentes helvéticas. En el presidio recibió la visita de representantes de la Oficina Federal de Refugiados helvética, ante los que alegó que era palestino de Gaza.
Pero las autoridades federales ya sabían de él y de un intento anterior de pedir asilo. El 6 de marzo de 2003 había intentado la misma maniobra, pero el asilo le fue denegado porque no creyeron que fuera palestino. De hecho, le hicieron un examen de árabe, gracias al cual los expertos determinaron que procedía del Magreb, pero sin precisar más. La solicitud le fue denegada el 22 de octubre de 2003 por la Comisión de Recursos.
Estuvo en julio en España
Achraf, que también utilizó en Suiza el nombre de Ali Masoudi, permaneció durante algunos meses en una casa para asilados y peticionarios en Zúrich-Affoltern, pero cuando se le denegó su solicitud se puso en paradero desconocido. Las autoridades suizas ya saben que al menos durante un tiempo residió en Winterthur, a 20 kilómetros de Zúrich. Y también se sabe que en julio pasado estuvo en España y que mantuvo contactos con miembros de su célula en Málaga, Almería y Navarra.
Tras ser detenido y trasladado a la prisión del aeropuerto de Zúrich, tuvo libre acceso al teléfono y compró tarjetas telefónicas por valor de 65 francos suizos, gracias a las cuales, según fuentes del citado país, hizo llamadas, la mayoría a cobro revertido, a al menos ocho de los sospechosos detenidos o huidos en España. Un huido al que se busca es el brazo derecho de Achraf, Abdellah Hawari, quien el 6 de febrero de 2003 se escapó cuando era llevado al hospital Cristal-Piñor de Ourense desde la prisión de Pereiro para ser atendido de una lesión fingida de menisco.
En esa situación estuvo Achraf hasta el pasado 20 de octubre, cuando el director de la prisión, Viktor Gähwiler, supo "por la prensa" que se le investigaba como supuesto cerebro de una célula terrorista. Por ello, decidió recluirlo en una celda individual y quitarle el acceso al teléfono. En la cárcel apenas salió al patio ni se relacionó con otros presos. Se pasaba el día viendo la televisión.
El Gobierno español decidió ayer solicitar la extradición de Achraf por pertenencia a banda terrorista y tentativa de asesinato terrorista. En la primera audiencia dada por la justicia suiza, Achraf o Saadi se ha negado a ser entregado a España. A partir de ahora, las autoridades españolas disponen de un periodo de 18 días, ampliable a 40, para presentar su demanda. El proceso se puede demorar meses.
La solicitud de extradición española subraya que Achraf formó su célula en la cárcel salmantina de Topas en 2002 y dice: "Este grupo estaría constituido por 12 personas. Aprovechando que los miembros del grupo habían sido agrupados en dos módulos de dicha prisión, los conjurados mantuvieron una disciplina común bajo la dirección del reclamado. Éste continúa con su labor de formación del grupo, con apoyos en Valencia, Alicante, Tudela (Navarra) y otras ciudades donde tiene contactos".
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