Tres andaluces mueren en un accidente en Tanzania cuando iban a visitar a compañeros de su ONG

María José Yllanes, de 24 años, Javier Felices y Óscar Contreras, ambos de 29 años, murieron el martes al mediodía cuando viajaban en un autobús de la línea regular que cubre el trayecto entre la capital de Kenia, Nairobi, y la ciudad tanzana de Arusha. Los fallecidos, que pertenecían a la ONG Ingeniería sin Fronteras (ISF), habían salido de Sevilla el domingo. Estaban de vacaciones e iban a visitar, junto a otros tres españoles que también resultaron heridos, a un compañero de ISF destinado en el país africano. Otros siete turistas murieron en el accidente.

Los seis españoles salieron el domingo de Sevilla y, tras pasar por los aeropuertos de Madrid y Londres, llegaron a Nairobi el martes por la mañana.

En la capital keniata, cogieron a primera hora de la mañana un autobús dirección Arusha y, a 30 kilómetros de la ciudad tanzana, sufrieron un accidente de tráfico al chocar el vehículo en donde viajaban contra un camión.

La carretera por la que iban, según fuentes diplomáticas, no estaba en mal estado y el choque pudo deberse a la excesiva velocidad del conductor del camión o a un despiste del conductor. En el choque, murieron 10 turistas de distintas nacionalidades y el chófer keniata del autobús. Entre ellos, también los tres cooperantes andaluces que viajaban junto a tres amigos españoles en un viaje de placer para visitar a un amigo de la ONG Ingeniería Sin Fronteras (ISF).

"Habían estado preparando este viaje desde hacía meses, era un viaje privado a Mangola [norte de Tanzania], donde hemos puesto en marcha un programa hidrosanitario", contó ayer emocionado el cooperante y portavoz de la organización no gubernamental ISF, Sergio Barberá.

Barberá esperaba ayer al mediodía, junto a otros compañeros, las últimas noticias sobre la repatriación de los cadáveres en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla, sede de la ONG. " Yo conocía personalmente a María José y a Javier y han tenido mala suerte, eran gente comprometida y solidaria y llevaban trabajando con nosotros tiempo, es algo muy duro y ahora estamos esperando las últimas noticias. Había otras dos chicas de la organización que también viajaban con ellos y otro chico madrileño. Él está mal y ellas parece que están bien", señaló Barberá.

Una de las fallecidas era María José Yllanes, de 24 años y natural de la localidad sevillana de Arahal. Estaba vinculada a ISF desde hace cuatro años. "Era licenciada en Económicas y la tesorera de la organización. Nunca ha estado en otro país realizando tareas humanitarias, las hacía aquí todos los días, en la oficina", explicó Barberá. Los habitantes de la localidad sevillana, alrededor de 20.00, se encontraban ayer consternados y su alcalde, Miguel Manaute, estaba en contacto con la familia y el Ministerio de Asuntos Exteriores para intentar agilizar los trámites de repatriación.

Otro de los fallecidos, Javier Felices, era vicepresidente de la organización y llevaba trabajando en ella desde hace un año. Había nacido en Huelva hace 29 años. "Era informático, trabajaba en la empresa Telvent, una filial de Abengoa aquí en Sevilla", explicó Barberá. Su familia también esperaba en Huelva noticias sobre la repatriación del cuerpo. El tercero de los cooperantes que también murió en el accidente, Óscar Contreras, tenía la misma edad que su compañero onubense y era natural de Lucena (Córdoba). Era licenciado en Ingeniería Industrial en la especialidad de Química por la Universidad de Sevilla y socio de base de la ONG Ingeniería Sin Fronteras. "No cooperaba aunque daba una cuota desde la fundación de ISF", señaló Barberá.

El alcalde de Lucena, José Luis Bergillos, declaró ayer a Efe que Óscar Contreras era "un joven muy inquieto que vivía en Lucena" y señaló que la familia, que está esperando la repatriación el cadáver, está "absolutamente desconsolada". Los tres andaluces muertos viajaban en la parte delantera del autobús, con capacidad para 35 personas, y dos murieron en el acto. Siete turistas más también fallecieron a causa del choque frontal.

De los otros tres españoles que resultaron heridos en este accidente, uno de ellos, Gonzalo Gómez, está muy grave y ayer por la noche fue trasladado en un avión UCI de SOS Internacional a Johannesburgo. El joven es madrileño aunque trabaja en la empresa Egmasa en Sevilla. Fue operado ayer por la tarde de múltiples facturas en la mandíbula, un brazo y la cadera en el Hospital Luterano Selian de Arusha y su vida no corre peligro según fuentes del Ministerio de Exteriores. En Johannesburgo, estará ingresado en el centro médico Milpark. Las otras dos heridas, que también son cooperantes de la ONG Ingeniería Sin Fronteras son María Isabel Márquez y Raquel Yubero.Se encuentran en el hospital Médico Cristiano Kililamjaro, según Efe, e intentarán volver a España hoy. Los tres españoles fueron visitados ayer por representantes diplomáticos y encontraron al herido más grave " depierto, hablando y bastante fuerte de ánimo " y a las dos mujeres "destrozadas anímicamente pero estables desde un punto de vista médico", según señalaron a Efe el agregado consular español en Tanzania, José Luis López y el cónsul español en Tanzania, Emilio Plin.

Los cadáveres de sus compañeros serán repatriados entre hoy y mañana, según fuentes del Ministerio de Exteriores.