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Reportaje:

Complutum, el rostro de Roma con perfil virtual

El Museo Arqueológico documenta con herramientas informáticas la vida cotidiana del enclave romano alcalaíno

El Museo Arqueológico Nacional ofrece seis de las mejores salas de su planta básica para recibir una exposición sobre Complutum, el enclave romano coetáneo de nuestra era sobre el que se asentó, centurias después, la madrileña y universal Alcalá de Henares, hoy Patrimonio de la Humanidad. Su diseño constituye un arriesgado reto, pionero en la explicación de la Arqueología con herramientas virtuales.

Sebastián Rascón, jefe del Servicio Arqueológico del Ayuntamiento alcalaíno, promotor, con el Ministerio de Cultura y La Caixa, de la muestra, explica sus fines: "Hemos querido hacer una apuesta firme para complementar con representaciones virtuales el valor testimonial de los vestigios reales que de Complutum se han conservado", señala. Y añade: "Queremos ser los abanderados en explicar un mundo como el romano desde la perspectiva de una didáctica de nuevas tecnologías que hoy se encuentra en sus albores".

La exposición exhibe dos relatos. Uno real, a través de las seis espléndidas salas cuyos suelos muestran los extraordinarios mosaicos romanos que ya antes las cimentaban; junto a paredes muradas con rosetones de pequeños fragmentos pétreos y polícromos, sirven ahora de ámbito para albergar un conjunto de estatuaria y vitrinas con materiales de la época bien conservados.

La otra narración configura un itinerario virtual a base de información multimedia, proyecciones de video e imágenes estáticas, que persigue recomponer el pulso de la vida cotidiana en la urbe romana.

El trabajo interdisciplinario y coordinado de arqueólogos, historiadores del arte, grafistas, informáticos y diseñadores ha cristalizado en un relato completo, tridimensionalmente animado. Pocos rincones del espacio romano quedan fuera de las potentes lentes descriptivas a él aplicadas.

La obligada complementariedad entre lo real y lo virtual obedece a que los auténticos vestigios heredados de Complutum, son magros y aún presentan sobre sus facies signos de la usura del tiempo: además, fueron sometidos a saqueos y avatares sin cuento, rescatados y conservados de manera sistemática sólo a partir del año de 1970, es decir, veinte siglos después del primer esplendor complutense. La villa romana fue fundada en un enclave ibero alzado sobre un montículo semejante al que hoy se denomina Gurugú, que corona la ciudad cervantina. Se desplegó sobre una parrilla ortogonal de 15 documenes y 16 cardos, calles longitudinales y transversales. Sus dos piezas más descollantes, desde el punto de vista arquitectónico, fueron una basílica, reproducida por doquier, y un ninfario, que ha dado nombre a la exposición, que define a Complutum como ciudad de las ninfas, o musas. Tales divinidades domésticas llenaban los espacios de belleza y donaire.

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Los nexos entre Complutum y Alcalá de Henares no se perdieron nunca. Así lo explica el comisario Rascón: "Sabemos que fue costumbre hasta el siglo XVII, cada mes de agosto, peregrinar hasta un promontorio donde la tradición dice que fueron martirizados los santos Justo y Pastor, patrones de Alcalá de Henares, precisamente bajo la férula romana".

Sólo el genio de Roma pudo hallar un enclave con la bondad para la vida y su disfrute como presentaba Complutum, otorgándole pues la grata cualidad de urbs excelsa.

Complutum, la ciudad de las ninfas. De 9.30 a 20.30. Museo Arqueológico Nacional. Entrada: 3.01 euros. Serrano, 13.

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