Los primeros datos otorgan la victoria al presidente bielorruso en el referéndum
Lukashenko quiere perpetuarse en el poder tras la consulta sobre la reforma constitucional
El demagógico líder de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, iba camino anoche de ganar el referéndum que le abre las puertas para perpetuarse en el cargo, mientras que la oposición denunciaba múltiples irregularidades como la práctica del voto por adelantado, que ha permitido a las autoridades tener las urnas bajo control desde el martes. Lidia Yermóshina, presidenta de la Comisión Electoral Central, aseguró anoche que las primeras estimaciones indicaban una clara victoria de Lukashenko, con un 80% a favor del sí y una participación superior al 90%.
Más de siete millones de electores habían sido convocados. En una visita a varios colegios electorales de Minsk, esta corresponsal conversó con varias personas que dijeron haber votado en contra de que Lukashenko pueda presentarse a las elecciones en 2006. Todos ellos preferían no dar su nombre y algunos expresaban temor. "Estoy por el cambio, porque no soporto esta propaganda que identifica a Lukashenko con Bielorrusia y que hace imposible decir lo que piensas sin que te acusen de ir en contra de tu propio país", decía en el colegio número 436 de Minsk un ingeniero, que mantiene una familia de tres personas con menos de 200 euros. Ante las cámaras de televisión en plena votación, una empleada de un servicio sociológico informó a Lukashenko de que, según los sondeos, más del 80% de los electores habían votado a favor de permitirle que se presente a reelección. La divulgación de encuestas en plena jornada electoral fue denunciada como ilegal por la oposición. En las unidades militares y clínicas los porcentajes de votos a favor de que Lukashenko se presente a la reelección eran superiores al 90%. La oposición denunciaba, sin embargo, que incluso los enfermos en coma habían sido contabilizados entre los votantes activos.
Pavel Sheremet, un periodista que ha sido corresponsal en Minsk de la televisión rusa y fue recientemente expulsado, fue ayer golpeado por unos desconocidos, según denunció una colega que lo acompañaba. Sheremet, que anoche se hallaba detenido, es el autor de un libro muy crítico con el presidente bielorruso y dirigía ayer un proyecto de sondeos a pie de urnas.
Yermóshina aseguró que los comicios habían discurrido con normalidad y se disculpó anoche ante los observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) por la cantidad de "basura" que, según ella, les transmitían los observadores quejosos de la oposición.
De acuerdo con la Constitución, el presidente tiene derecho a dos mandatos y tendría que abandonar el poder en 2006. Sin embargo, los resultados de ayer eliminarán cualquier limitación sobre el número de veces que puede competir el líder titular. Entre las irregularidades que denunciaron los líderes de la oposición se cuenta la expulsión de observadores de los colegios. En una escuela de Minsk, los electores recibían boletines ya marcados a favor, según Anatoli Lebedko, del partido cívico unificado.
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