Concertar privados y cerrar públicos

En el colegio público Santiago Apóstol, de Villanueva de la Cañada, se han cerrado tres aulas y se ha reagrupado a los alumnos matriculados en ellas. Ha ocurrido tras una inspección de la Consejería de Educación en la que se comprobó una ratio de alumnos por aula muy inferior a la prevista en las leyes.

Sin detenerse a valorar las repercusiones que sobre el grupo y sobre cada alumno puede tener, la medida se ha adoptado cuando el curso ya ha arrancado, cuando los niños han comenzado a superar el periodo de adaptación al que tanta importancia otorgan los profesionales de la docencia, y obligándoles por lo tanto a superar un nuevo periodo de adaptación.

Pero lo extraño es que se cierren esas aulas cuando durante los últimos años se han concertado hasta dos colegios privados en el mismo y pequeño pueblo de Villanueva de la Cañada, supuestamente debido a que la oferta de plazas públicas no era suficiente para atender la demanda de la zona.

Mi pregunta es cómo se han concertado estos colegios sobrando plazas en el centro público. La respuesta que se me antoja es que con soluciones como ésta lo único que pretenden es primar la enseñanza concertada y la privada aunque sea a costa de deteriorar la calidad de los centros públicos, convirtiendo la escuela pública en "residual" y subsidiaria.