Fraga atribuye a disputas en el PP las denuncias contra su líder en Pontevedra

La revelación de que el presidente de la Diputación y del PP de Pontevedra, Rafael Louzán, ha adjudicado obras a empresas vinculadas a personas de su confianza agitó ayer el mar de fondo que se ha instalado en las filas de los populares gallegos. Manuel Fraga vinculó el origen de las informaciones con disputas internas en el partido y señaló expresamente a un concejal popular de Pontevedra, José Rivas Fontán, ex alcalde de la ciudad.

Louzán no dio nombres, pero también aseguró que las denuncias proceden del PP de Pontevedra e incluso pidió que intervenga el comité de derechos y garantías del partido.

Louzán admitió ayer que ha adjudicado obras de la Diputación a una empresa fundada por su chófer y a otra que dirige el compañero sentimental de una empleada de su confianza en el organismo provincial, como había informado el jueves la Cadena SER. El máximo dirigente del PP en Pontevedra se rodeó de los altos cargos de la institución para comparecer ante la prensa y defender la legalidad de sus actuaciones. Louzán negó que las dos constructoras vinculadas a personas de su entorno hayan acaparado las adjudicaciones de obras de la institución.

Pavimentos de Meaño, la empresa fundada por su chófer, Marcos Galiñanes, recibió en los dos últimos años contratos por valor de 2,3 millones de euros sobre un presupuesto total de 147. Galiñanes entró a trabajar para Louzán en 2003, cuando, según la versión de este último, ya había cedido la propiedad de la empresa a un tío suyo, Jesús Pombo Vidal, también antiguo empleado de la Diputación. Por su parte, Obras y Construcciones Sisan, la sociedad que administra Óscar Miniño, compañero de una funcionaria que ha desempeñado labores de confianza para el presidente de la institución provincial, recibió en los dos últimos años adjudicaciones que en conjunto no superan el millón de euros, según los datos facilitados por el jefe de contratación del organismo. Miniño, que hace cinco años era comercial de una inmobiliaria, figura ahora como administrador de cinco empresas del sector de la construcción y del vino.

El líder del PP de Pontevedra situó el origen de las informaciones en miembros de su propio partido. "Es fruto del resentimiento de alguna persona concreta", aseguró Louzán. Cuando le preguntaron si se refería al ex alcalde y actual concejal Rivas Fontán, que mantiene un público enfrentamiento con él, se limitó a responder: "No haré ningún comentario con respecto a ese señor". Fraga, sin embargo, no tuvo inconveniente en vincular la difusión de estas informaciones con Rivas Fontán. El presidente de la Xunta reveló que el ex alcalde de Pontevedra le había enviado a él mismo hace tiempo un "escrito injurioso". Fraga, según explicó, transmitió esas denuncias al partido para que se comprobase si tienen "algún fundamento" y, en ese caso, que "se vaya a los tribunales". El presidente gallego se confesó arrepentido de haber facilitado en su día el ingreso de Rivas Fontán en el PP, al tiempo que expresaba su respaldo a Louzán a salvo de "lo que puedan decir los tribunales".

Aunque Rivas se mantuvo al margen de la crisis que ha hecho tambalearse al PP gallego, el episodio ha vuelto a elevar la tensión en el partido, que el próximo fin de semana celebra su congreso regional envuelto en incógnitas. La cita servirá para comprobar el alcance de los acuerdos entre Fraga y el presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar, para que éste renunciase a su propósito de encabezar una escisión. Las condiciones pactadas entre ambos se han guardado en tan estricto secreto que Baltar, a quien los socialistas habían pedido explicaciones en la Diputación de Ourense, afirmó ayer: "Sólo lo explicaría si un juez lo decide. Pero a la fuerza, no voluntariamente".