"Un Gobierno nuevo aprende según trabaja, al igual que un embajador"
El embajador estadounidense, George Argyros, acomete ya la recta final de su mandato. Llegó a Madrid cuando en La Moncloa José María Aznar había impuesto una alianza incondicional con Washington que llevó a España a la participación en la coalición internacional que ocupó Irak tras la guerra. Con la victoria socialista el 14-M y la retirada de las tropas españolas de Irak, las relaciones entre España y Estados Unidos se han enrarecido de forma manifiesta hasta culminar en la ausencia del embajador de los actos del día de la Fiesta Nacional, el pasado día 12. Argyros recibió ayer a EL PAÍS para hablar de tensiones, roces y malentendidos.
Pregunta. ¿Cómo calificaría las relaciones actuales entre usted, su Administración y el Gobierno español, después del gran eco de su ausencia en los actos de la Fiesta Nacional? Ruego no me intente despachar con eso de que somos aliados y amigos.
Respuesta. Es que somos aliados y amigos. En fin, las cosas van mejorando y mejorarán. Tenemos aquí un Gobierno nuevo del que no sé si estaba bien preparado para ganar y resulta que ganó. Está haciendo esfuerzos. EE UU aprecia mucho las relaciones con España, que son muy antiguas. Tenemos mucho en común. Un Gobierno nuevo aprende según trabaja, al igual que un embajador. Y se cometen errores. Los cometemos todos. En todo caso, tengo esperanzas de que la situación mejore y nosotros vamos a trabajar en ello.
P. ¿Quién es responsable de esta situación? Miembros del Gobierno y del Partido Socialista le acusan de no cumplir con sus compromisos diplomáticos.
R. Yo no sé quién ha dicho eso. Yo me siento cómodo con lo que estamos logrando hacer con el gran equipo del que dispongo y trabajamos muy estrechamente con el Gobierno español.
P. Usted dijo que no fue al desfile por el gesto del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de permanecer sentado al paso de la bandera norteamericana el año pasado.
R. Me molestó, como pienso que molestaría a todo americano. No sé cuáles eran sus motivos, pero lo consideré un auténtico insulto a América y su pueblo.
P. ¿Molestó en Washington?
R. No quiero hablar en nombre de Washington. Fue inapropiado. Pero bueno, todos cometemos errores.
P. Tampoco estuvo usted en el Palacio Real...
R. Quise estar en el Palacio Real. Pero no pude salir a tiempo del sitio donde me hallaba. Llamé al Rey. Hablé con él y pedí disculpas por mi ausencia. Sé que el Rey lo entendió perfectamente.
P. Leyendo EL PAÍS de hoy, ¿cómo se siente el embajador norteamericano cuando casi el 80% de la población del país anfitrión muestra animadversión hacia su presidente
y un 60% hacia EE UU en general?
R. Yo no otorgo mucho crédito a esas encuestas. Mire, EE UU está intentando hacer lo que tiene que hacer. Tenemos un problema en Irak. Pero se tomó la decisión de hacer lo que estamos haciendo. Acabamos de tener un gran éxito en Afganistán con las primeras elecciones, que han sido enormemente positivas, y queremos hacer otro tanto en Irak. No es fácil. Pero hay ocasiones en las que las democracias han de alzarse en defensa de su futuro. El conflicto de Oriente Próximo sigue abierto. Espero que algún día, de alguna forma, logremos la paz en aquella región. Pero es difícil y no todos van a quererte siempre cuando haces lo que tienes que hacer.. Quien quiera complacer siempre a todo el mundo fracasa. Hay ocasiones en las que uno debe decidirse por una opción incluso sabiendo que es impopular. Liderazgo supone hacer lo que se estima correcto y necesario.
P. La retirada inmediata después del 14-M de las tropas españolas desplegadas en Irak provocó gran irritación en Washington. ¿Cree que supuso un perjuicio para la situación en Irak?
R. Es obvio que nosotros no estuvimos de acuerdo con dicha decisión. Pero el presidente Zapatero fue elegido por su pueblo; luego, puede hacer lo que quiera. Por supuesto que no nos gustó esta decisión que consideramos inoportuna y equivocada. Fue un mensaje equivocado porque de hecho lo que hizo aquella decisión fue complacer a los terroristas. Fue un absoluto 'appeasement' [concesiones de las democracias ante fuerzas totalitarias con objeto de aplacarlas].
P. ¿Y qué opina de la invitación que en Túnez hizo el presidente del Gobierno a otros países a seguir su ejemplo?
R. El Ministerio de Exteriores español me asegura que no dijo tal cosa.
P. Está grabado.
R. No discutiré al respecto.
P. Existe ya la impresión de que los problemas en las relaciones entre Madrid y Washington van más allá de meras diferencias de matiz y malentendidos.
R. Aquí ha habido un cambio de Gobierno. De eso no cabe la menor duda. Pero somos amigos, grandes aliados desde hace generaciones. España siempre ha mirado hacia Occidente, tiene grandes intereses en América Central y del Sur. Tenemos intereses comunes allí. Por todo ello, nuestra amistad no va a desaparecer. Seguiremos siendo amigos y aliados y seguiremos trabajando juntos. Tendremos problemas de cuando en cuando. Pero nuestras relaciones son muy intensas, en terreno militar, en el económico y entre nuestros pueblos. Los Gobiernos tienen otras cosas que hacer. No siempre tenemos que estar de acuerdo.
P. Pero parece que no están de acuerdo en casi nada.
R. No es así, coincidimos en muchas cosas pero, mire, tenemos un Gobierno nuevo aquí y en EE UU estamos en campaña electoral. No ayuda nada el que un Gobierno se involucre en las elecciones de otro Gobierno o diga nada al respecto.
P. Aquí nadie oculta en el Gobierno su preferencia por Kerry.
R. No soy consciente de que este Gobierno se haya manifestado a favor de un candidato. Si así fuera, sería una postura equivocada. No lleva a ninguna parte. España necesita mantenerse al margen. Nosotros no intervenimos en las elecciones aquí y España no debe hacerlo allí.
P. ¿Ha tenido esta polémica eco en Washington? ¿Cree que causará daños a medio plazo?
R. Allí esta polémica no tiene relevancia. Estamos ante unas elecciones presidenciales muy importantes, en una carrera muy igualada. Después ya veremos lo que pasa. Pero independientemente de quién sea el presidente, nuestra relación con España es y será extremadamente importante. Y no espero que se produzcan daños a largo plazo. Es obvio que aquí alguna gente ha dicho cosas que habríamos preferido que no se hubieran dicho. Pero eso sucede. Cuando la gente está con el ánimo agitado suele decir idioteces. Pero eso son noticias de ayer.
P. Las relaciones que parecen haber mejorado mucho con el nuevo Gobierno son las de Madrid con Marruecos.
R. Nosotros hemos intervenido para ayudar en estas relaciones en diversas ocasiones en el pasado. Y estamos muy contentos de esta mejoría en las relaciones [con Rabat].
P. ¿Y qué le parecen los cambios anunciados en la política española respecto a Cuba?
R. No comment.
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