Los expertos celebran el carné por puntos pero piden que se concrete la reeducación
El RACE calcula que las muertes en carretera pueden reducirse hasta un 10% con la medida
Las organizaciones que representan a los conductores alaban la futura aprobación del carné por puntos, a coro con los expertos en seguridad vial, aunque todos se muestran prudentes a la espera de comprobar cómo se concreta el objetivo de reeducación de los conductores infractores. La dificultad de gestionar el enorme flujo de información relativo a los puntos que se van perdiendo y la coordinación entre las distintas policías a la hora de aplicar las reformas crean incertidumbre en el sector, que teme que la implantación del nuevo permiso se frustre si no se calibra bien su desarrollo.
La puesta en marcha de un sistema de carné de conducir por puntos -que supondrá la pérdida progresiva del saldo inicial de 12 cada vez que se cometa una infracción, hasta la retirada del permiso cuando los puntos se agoten- es una medida largamente esperada por los estudiosos de la seguridad vial, que constatan los beneficios que ha producido en los países donde se ha implantado.
La principal bondad de este sistema, la reducción "importante" del número de fallecidos en carretera, principal objetivo del Gobierno, se ha demostrado en Francia (desde 1992) y Alemania (desde 1961). "Toda ayuda para conseguir la meta que ha fijado la UE para 2010
[reducir a la mitad el número de muertos en carretera] es poca", aseguran los expertos. En España, el trabajo es arduo pues 4.032 personas se dejaron la vida en la carretera en 2003.
Diego Azúa, director de comunicación del Real Automóvil Club de España (RACE), cree que el carné por puntos provocará que "el conductor sea más consciente, porque no sólo pagará una multa y basta: cuando vayas a 150 kilómetros por hora y pienses que sólo te quedan cuatro puntos, y que te van a retirar el carné, levantarás el pie del acelerador". En el RACE calculan que la cifra de muertes en ruta bajará entre un 3% y un 10% (de 150 a 500 muertos menos al año) con el nuevo carné.
Registro de puntos
"Prevenir es mejor que sancionar", aseguran los expertos, que alaban la finalidad reeducadora del proyecto de ley que previsiblemente aprobará hoy el Consejo de Ministros. Sólo la concreción de la nueva filosofía que se pretende adoptar hace recelar a los estudiosos. El cómo se gestionará el sistema que registre la pérdida de puntos, quién y de qué modo tratará de sensibilizar a los infractores que hayan perdido parte o la totalidad de su saldo (con la consiguiente retirada del permiso), es lo que provoca mayores incertidumbres entre las organizaciones de conductores.
"La pérdida del carné cuando se cometen tres infracciones graves y los cursos de reeducación ya están previstos en la ley, y desde 2001, pero ésto nunca se ha aplicado porque no se ha desarrollado reglamentariamente", se queja Alfonso Perona, del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC). "Modificar el régimen sancionador de la ley no es difícil, lo complicado es definir la reeducación", coincide Eugenio Dobrynine, del Consorcio Europeo del Automóvil (CEA).
Ambos expertos avisan también de la dificultad de organizar el registro central de puntos, la notificación de su pérdida, y la constancia de su recuperación. "La infraestructura para gestionar la cantidad ingente de datos que el carné por puntos va a producir no existe todavía", asegura Dobrynine, que añade que "quizá la reforma se haya precipitado antes de concretar estos aspectos". CEA advierte en este sentido de que la coordinación de los distintos cuerpos policiales va a ser fundamental: "La policía local de Badajoz, debe saber que el conductor de Barcelona que ha cometido una infracción en su demarcación acaba de hacer un curso de sensibilización y ha recuperado cuatro puntos en su carné; ésto es complicado de llevar a la práctica". Perona teme el fracaso de otra reforma legal, "porque hemos tenido varias en los últimos años, y el conductor se puede frustrar. Estas cosas hay que madurarlas mucho".
Azúa apunta que el éxito del carné por puntos no se conseguirá por su mera aprobación, sino que debe ir acompañado por una mejora general de la educación vial de la población. "En Francia y Alemania, el conocimiento de las normas y su respeto es muy alto, por lo que la sanción social hacia aquél que pierde puntos es grande". En Alemania, conducir sin carné es delito; en Francia, circular a 180 kilómetros por hora, también. El sistema que se pretende implantar en España seguirá considerando estas conductas como merecedoras de la pérdida de puntos, pero el infractor no sufrirá un proceso penal. Perona considera que el aspecto punitivo se debe endurecer para "doblar la concienciación del conductor sobre la gravedad de estos comportamientos tan peligrosos".
La novedad de combinar educación con sanción ha sido bien acogida por el sector: "Hemos visto que da resultados; ahora sólo falta conocer los aspectos prácticos de la reforma para que ésta no quede en agua de borrajas", dicen, a la espera de que la tramitación parlamentaria de la reforma aporte respuestas a sus inquietudes.
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