Sharon, derrotado en el Parlamento a dos semanas de que se vote su plan sobre Gaza
El Parlamento de Israel debatirá y votará el próximo 25 de octubre el plan de retirada de Gaza, que incluye el desmantelamiento de 21 asentamientos de la franja y otros cuatro de Cisjordania. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, lo anunció ayer en un discurso pronunciado en la Knesset con ocasión de la apertura de la sesión de invierno, que se anuncia como una de las más tempestuosas de la historia de Israel. Como primer aviso, la Cámara censuró por 53 votos a 44 su discurso. Se trata de una votación de carácter simbólico dónde se aliaron, entre otros, los votos ultraortodoxos con los de los diputados árabes.
Sharon, que sobre el papel cuenta con el apoyo de 61 parlamentarios para aprobar el proyecto, podría perder la votación sobre la retirada de Gaza, ya que tiene en su contra dos sectores: uno configurado por un grupo de al menos seis diputados de la extrema derecha, que están además en su Gobierno, y otro formado por un ala radical de su propio partido, Likud. La única tabla de salvación estriba en el apoyo que el día de la votación pudieran prestarle los laboristas y otras fuerzas de izquierda.
"La situación actual de Gaza nos demuestra que no es suficiente con defenderse o atacar", aseguró Sharon a la Cámara, entre los silbidos y abucheos de la extrema derecha, defendiendo así una solución política con respecto a la franja de Gaza. A pesar de los proyectos de pacificación sobre Gaza, Ariel Sharon ordenó ayer a las tropas proseguir con la operación Días de Penitencia, iniciada hace 13 días en el norte de la franja de Gaza, especialmente contra el campo de refugiados de Yabalia, con la intención de acabar con el lanzamiento de misiles palestinos sobre territorio israelí.
Nuevos ataques
Sharon ha decidido continuar con la operación en contra de la opinión de los militares, que habían sugerido una salida de las tropas para este fin de semana, por considerar que se habían cumplido los objetivos marcados y que la permanencia de los soldados en la zona, supone un peligro para éstos. Los mandos militares recordaron además a Sharon las críticas que estaba provocando en la comunidad internacional y le recalcaron que en mayo pasado las tropas tuvieron ya que salir de Rafah, al sur de Gaza, en medio de las condenas de la mayor parte de los países occidentales, incluido EE UU.
De acuerdo con esas instrucciones, el Ejército israelí volvió a actuar ayer sobre Yabalia, donde escuchó el estampido de los obuses. Los soldados israelíes intervinieron también en Deir Bala, donde se produjo un tiroteo que duró cerca de tres horas, en el que resultaron heridas tres personas. Además, las fuerzas áreas israelíes lanzaron ayer un misil sobre una casa en Rafah, hiriendo a un dirigente de Yihad Islámica y a tres de sus familiares. El dirigente había ya perdido con anterioridad un brazo en un atentado israelí y una pierna como consecuencia del estallido de un artefacto que manipulaba.
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