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Deserción masiva en las universidades pese a que ayer era día de clase

Conserjes y 'erasmus' en el puente del Pilar"

Ayer era día de clase en las universidades valencianas, aunque nadie lo hubiera dicho. La inexistencia oficial del puente del Pilar no impidió que estudiantes y profesores desertaran de forma masiva dejando vacías las aulas. Las facultades más previsoras, como la de Economía en Valencia, salvaron la situación celebrando el 11 de octubre el día de su patrón, San Vicente Ferrer; otros emplearon un sistema más original y permanecieron cerrados por "día del Campus". A la mayoría de centros sólo acudieron los conserjes, pocos profesores y algunos alumnos erasmus.

En la facultad de Psicología de la Universitat de València, sólo podían encontrarse ayer más de diez personas juntas en el bar.Las aulas y los pasillos estaban desiertos. Los conserjes, detrás del vidrio, informaban de que no habían tenido que abrir ninguna sala porque no se había dado ninguna clase.

Enfrente, cruzando la avenida de Blasco Ibáñez, el panorame era si acaso peor, ya que la cafetería está cerrada por obras desde primeros de octubre. Uno de los conserjes decía: "Puedes apuntarlo: hoy han venido más profesores que alumnos". Y después: "Algunos alumnos han venido a preguntar si había clase, y también algunos profesores. A lo mejor ha coincidido que se han cruzado y han dado clase, pero eso ya no te lo puedo decir".

La deserción masiva de profesores y estudiantes, que una fuente de la Universitat de València definía como "escaqueo generalizado", afectó de forma parecida a la universidad Jaume I, a la de Alicante, a la Miguel Hernández y a la Politécnica, si bien los servicios centrales de los rectorados funcionaron con normalidad.

Para salvar una situación como mínimo embarazosa, la facultad de Economía de Valencia recurrió a "San Móvil", que es como una catedrática explica el hecho de que su patrón, Sant Vicent Ferrer, se celebre un día distinto cada año para hacerlo coincidir con algún puente problemático. El motivo, añade, es que el personal administrativo y de servicios se quejaba de que en esos casos ellos eran los únicos que iban a trabajar.

En el resto del campus de Tarongers y en el de Burjassot, se utilizó un sistema distinto. Algunos carteles pegados en las puertas de los edificios anunciaban su cierre "por el día del Campus", una festividad que todas las fuentes de la Universitat consultadas aseguraban desconocer.

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Un profesor de Geografía e Historia de la Universitat de València que sí acudió a impartir su asignatura descubrió que la "treintena larga" de estudiantes que tiene habitualmente se había reducido a uno; "un checo". Así que emplearon el tiempo charlando y cambiando impresiones "como en una tutoría".

Tanto él como los universitarios reconocen que en estos casos, y dado que buena parte de los alumnos "son de fuera" y se da por descontado que no van a asistir, el día libre suele negociarse en cada clase, y suele pactarse también algún día para recuperar las horas perdidas. Pero algunos de ellos, y sobre todo muchos conserjes, como la de Filología en Blasco Ibáñez, opinaban que no es muy serio que se mantenga como lectivo un día que la práctica demuestra que no lo es.

En la escalera de Filología, Marco Tomaszewski, de 23 años, alemán, estudiante de Filología y de Historia, uno de los erasmus que podían verse ayer deambular por las universidades valencianas reconocía que la cultura del puente libre le resulta ajena: "En Francia o en otros sitios no lo sé, pero esto, en Alemania, no pasa".

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