Un enfermo mental prende fuego a un Cristo en una iglesia de Castellón
El joven roció la imagen con gasolina y la encendió con una cerilla
Sin mediar palabra, un hombre entró ayer por la mañana en la parroquia de la Trinidad, de Castellón, vertió gasolina sobre una imagen de Cristo y le prendió fuego. La Policía Local de Castellón identificó a un joven de 29 años, enfermo mental, como presunto autor del incendio, que fue atajado por el segundo párroco y el sacristán, presentes cuando se produjo el incidente.
El hombre se encuentra, según las mismas fuentes, bajo la custodia de sus padres y a la espera de una resolución y de la determinación de la autoría. El fuego afectó a un Cristo y a la ornamentación que se encontraba junto a él, en un altar lateral. La rápida actuación del segundo párroco y del sacristán evitaron la propagación del fuego.
Los hechos se produjeron alrededor de las 9.45 de la mañana de ayer. Quince minutos después, la Parroquia de la Trinidad iba a albergar la primera misa del día, aunque en el momento del suceso todavía no había acudido ningún feligrés al templo.
El segundo párroco, Alberto Cebellán, y el sacristán se encontraban en la iglesia. El primero, en una zona muy cercana al lugar donde estaba el Cristo, mientras que el segundo se hallaba en la sacristía. Según relató ayer el propio Cebellán, vio como un hombre joven entraba en la iglesia y, segundos después, comenzaba a arrojar el líquido que portaba en una garrafa alrededor de la imagen. Al percibir esta actitud, el copárroco le conminó a que abandonara el templo con un "márchate", según explicó él mismo. Entonces, el hombre, al darse cuenta de que había sido sorprendido, dio pasos atrás pero aún tuvo tiempo de encender una cerilla y arrojarla al suelo. La llama entró en contacto con el líquido, que resultó ser gasolina y se prendió de inmediato. No medió ni una palabra.
Mientras el hombre abandonaba corriendo la parroquia, Cebellán y el sacristán se apresuraron a intentar atajar el fuego. Un manto rojo de terciopelo que acompañaba a la imagen dificultó su tarea, ya que alimentó la virulencia de las llamas. Cuando el fuego había sido sofocado, el párroco dio el aviso a la Policía Local cuyos agentes hallaron, aún en el templo, una segunda garrafa que también contenía gasolina, al igual que los restos de la primera, que no había sido vaciada en su totalidad.
Horas después, la Policía Local identificó a un individuo de 29 años como presunto autor de la quema de la imagen en la Iglesia de la Trinidad. Se trata de un hombre, con una enfermedad mental, según fuentes municipales, que se encuentra bajo la custodia de sus padres a la espera de la resolución del caso por parte de la policía judicial.
Al lugar acudieron los bomberos que únicamente hubieron de neutralizar los restos de gasolina.
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