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Detenida una red acusada de robar en 50 chalés

La policía sospecha que la banda desvalijó 200 viviendas en unos meses

La policía ha acabado con uno de los grupos más activos de ladrones de chalés que han actuado en la región. Diez personas de nacionalidad rumana de entre 17 y 39 años han sido detenidas como supuestas autoras de más 50 robos en Getafe, Pozuelo de Alarcón, Aravaca, El Escorial, Galapagar y Seseña (Toledo). Los investigadores creen que podrían haber participado hasta en 200 robos en unos meses. El jefe del clan es un menor.

La forma de actuar del grupo era siempre la misma. Uno de los menores era el encargado de planificar los robos y de dirigir a la organización. Los más jóvenes, delgados y fuertes, entraban de madrugada en los chalés previamente seleccionados. Para ello, siempre usaban el método del escalo: utilizaban los salientes de la fachada o bien las tuberías existentes en el exterior para encaramarse hasta las plantas superiores y desde allí entrar a la vivienda. Llevaban herramientas con las que forzaban las puertas o las ventanas desde las que se colaban. En ocasiones perpetraban hasta 10 golpes al día.

Una vez dentro, los ladrones comprobaban que todos los moradores estuvieran dormidos. Entonces se hacían con todos los objetos de valor, como teléfonos móviles, joyas, cámaras de vídeo y fotografía o dinero en efectivo. Además se apropiaban de las llaves de los vehículos y se apoderaban de ellos. "Nunca han tenido ningún enfrentamiento con los dueños de los chalés. En cuanto veían el más mínimo problema, huían. Pero eran muy profesionales y no hacían nada de ruido que alertara a sus víctimas", señaló el inspector jefe de Delincuencia Internacional, Pedro Moreno.

Los coches eran vendidos a otras organizaciones delictivas, en especial de origen chileno, a un promedio de 4.000 euros. Una de estas bandas empleó uno de esos coches para asaltar, el pasado 11 de agosto, un furgón blindado en Madrid, en el que los delincuentes consiguieron un botín que superaba los 360.000 euros, todo en divisas extranjeras.

Zonas de actuación

Las zonas elegidas para perpetrar sus fechorías iban cambiando. Durante una temporada se dedicaron a desvalijar chalés de los barrios del Sector 3 y de Getafe Norte, pero luego se desplazaron a Pozuelo de Alarcón y la zona de la sierra (Aravaca, Las Rozas, Galapagar y El Escorial), así como en Seseña (Toledo).

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Los agentes del grupo XVI de la Brigada de Policía Judicial se hicieron cargo de las investigaciones al comprobar que la forma de actuar en todos los casos era la misma y que se podría tratar de un único grupo.

La pista para la detención de todo el grupo llegó a través de los coches robados. Los agentes se percataron de que en el barrio de Aluche había estacionados varios turismos de gran cilindrada que habían sido sustraídos en los robos a los chalés. Los aparcaban allí antes de darles salida en el mercado negro. La vigilancia de estos vehículos permitió identificar a los integrantes de la banda y localizar su centro de operaciones, en la calle de Los Yébenes (Latina).

La detención se produjo el pasado martes y miércoles. En total, son diez las personas detenidas, todas ellas de nacionalidad rumana. Se trata de Serban T., de 39 años; Fili Lilia C., de 20; Loredana Estefanía C., de 18; Ionut S., de 21; Virgil C., de 24; Vasile M., de 22; Magdalena C., de 25; Sandra Florentina R., de 23 y dos menores. Los tres primeros tienen antecedentes por delitos similares. Una de las mujeres está en avanzado estado de gestación, según fuentes policiales.

Los policías hallaron en una vivienda de Aluche numerosos ordenadores portátiles, teléfonos móviles, cámaras, prendas de piel, palos de golf, televisores, etcétera. Cerca había cinco vehículos de gran cilindrada.

Los responsables de esta red delictiva mantenían ciertas medidas de seguridad para evitar ser detenidos. Cambiaban frecuentemente de piso y, tras permanecer un mes en él, se iban a otra vivienda de alquiler. "En los últimos meses hemos llegado a vigilarles hasta en nueve pisos diferentes", según señaló el inspector jefe Moreno.

La banda solía dar salida al botín de los asaltos enviándolo a Rumania, donde esos objetos eran vendidos. Los teléfonos móviles o los relojes más caros eran comercializados en discotecas y bares de copas de la Comunidad de Madrid. La policía ha recuperado el botín de los últimos cuatro o cinco días, pues al resto de los efectos sustraídos ya le habían dado salida hacia su país.

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