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Mohamed VI envía a Madrid a estrechos colaboradores para reiterar su voluntad de cooperación antiterrorista

El rey Mohamed VI envió ayer a Madrid a sus más íntimos colaboradores para reiterar ante el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y dos de sus ministros el empeño de Marruecos en cooperar a fondo con España en la lucha antiterrorista, contra la inmigración clandestina y el tráfico de drogas, según fuentes de ambos países.

Con su visita de unas horas, la delegación marroquí quiso salir al paso de las veladas acusaciones formuladas por el diario El Mundo y algunos comentaristas radiofónicos, de la Cope e Intereconomía, sobre la implicación de los servicios secretos de Rabat en los atentados del 11-M. "Contarán con el apoyo del Gobierno español para disipar estas dudas", declaró un portavoz de Exteriores.

La representación marroquí estuvo compuesta por Fuad Alí Hima, de 42 años, ministro adjunto de Interior; Taieb Fassi-Fihri, de 46 años, ministro adjunto de Exteriores, y Fadel Benaich, miembro del gabinete real. Hima fue compañero de colegio del monarca y, más tarde, su director de gabinete antes de convertirse de hecho en el máximo responsable de la seguridad. En ese colegio estudió también Benaich, cuya madre es granadina y al que el soberano encomendó, en 2002, una misión secreta para resolver la crisis diplomática con España.

"Hemos venido", explicó Fassi-Fihri a este periódico, "para reconfirmar la voluntad de su majestad de colaborar plenamente en todos los ámbitos con España, especialmente en aquellos en los que puede haber mayor sensibilidad por parte de la opinión pública, como son la inmigración irregular, el tráfico de droga y, por supuesto, la lucha antiterrorista".

El trío marroquí fue recibido por el presidente Zapatero, a quien trasladó un mensaje verbal de Mohamed VI, reiterando su determinación en colaborar a fondo, y después se reunió con los ministros de Exteriores e Interior, Miguel Ángel Moratinos y José Antonio Alonso.

"Han manifestado con hechos y estadísticas que, por instrucciones del rey, se han propuesto aplicar medidas que apuntan a una realidad muy diferente de la transmitida por algunas informaciones de medios de comunicación", señaló el portavoz ministerial. Concretamente, Fassi-Fihri insistió en que desde 1997, y también en vísperas del 11-M, los servicios marroquíes brindaron una "información valiosísima", lo que fue corroborado por ambos ministros españoles.

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Cordialidad con Pajín

Horas antes de iniciar su viaje a Madrid, Fassi-Fihri ofreció, en Rabat, una cena al único miembro del Gobierno socialista que suscitaba fuertes recelos en la cúpula marroquí: la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, de 28 años.

Con dos años menos fue una de las fundadoras, en la anterior legislatura, de Paz para el Pueblo Saharaui, un lobby parlamentario de apoyo al Frente Polisario al que no se adhirió entonces el PP para no añadir más leña a la tensa relación con Rabat. Por aquella iniciativa y por sus ulteriores declaraciones, las autoridades marroquíes consideraban a Pajín como una talibán de la causa saharaui.

Más de cinco meses después de tomar posesión de su cargo, Pajín viajó, el domingo, a Rabat donde alabó las "magníficas" relaciones entre los dos gobiernos. Recalcó además que Marruecos es el primer beneficiario de la ayuda oficial al desarrollo -este año está previsto que reciba 17 millones de euros- y, en especial, de la no reembolsable.

"Los prejuicios marroquíes con la secretaria de Estado se han desvanecido", aseguró un miembro de la delegación que la acompaña. Después de Rabat, Pajín visitó varios proyectos de cooperación en el norte de Marruecos y hoy se reunirá con ONG españolas que trabajan en esa zona.

La secretaria de Estado estuvo a punto, en agosto, de empezar sus viajes al Magreb con un recorrido por los campamentos de refugiados saharauis cerca de Tinduf (suroeste de Argelia), pero Moratinos la disuadió explicándole que podía ser mal interpretado si antes no visitaba Marruecos, recuerda un colaborador del ministro.

Tras su paso por Rabat, Pajín prevé ahora desplazarse, en breve, a los campamentos saharauis. El departamento que dirige Pajín ha más que duplicado la ayuda destinada a los refugiados -aumenta de 1,4 millones de euros este año a 3,1 millones en 2005-, mientras que ECHO, la agencia humanitaria de la Comisión Europea, subirá a ocho millones su partida de asistencia.

El grueso de los fondos españoles sirven para suministrar alimentos, 1,39 millones de euros se destinan a la educación y a la mejora de la calidad del agua y 0,09 millones se consagran a becas.

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