Las cooperativas de aceite quieren pactar precios para regular la oferta

A un mes escaso del inicio de la campaña, las cooperativas aceiteras andaluzas tratan de poner en marcha diferentes mecanismos para lograr una regulación de la oferta que evite la caída de los precios en origen que se mantiene durante los últimos meses debido al exceso de oferta. El sector propone que no se venda aceite por debajo de los 2,4 euros el kilo y que las sociedades retengan parte de las existencias.

Entre otras acciones, según se desprende de los acuerdos adoptados en una reunión regional y comunicados a cada una de las entidades asociadas, plantean que cada cooperativa retenga entre un 20% y un 30% de sus actuales existencias y que no se venda aceite por debajo de los 2,4 euros el kilo. Igualmente, plantean la necesidad de poner en marcha una campaña de movilizaciones para defender que Andalucía no pierda un solo euro con la reforma de la organización común de mercado (OCM).

Según datos del sector, estos compromisos no se están cumpliendo, ante la desconfianza existente entre las propias cooperativas, y cada entidad está tratando de lograr en el mercado, individualmente, los mejores resultados.

Con una producción en la campaña actual de 1,415 millones de toneladas de aceite de oliva y unas existencias iniciales de 100.000 toneladas, consecuencia de la demanda interior y sobre todo de las exportaciones, los precios mantuvieron una escalada en los primeros seis meses de campaña: pasaron de 2,34 euros el kilo a 2,70 euros. Sin embargo, las buenas perspectivas de cosecha desde primavera, junto a un cierto recorte en las exportaciones y el aumento de importaciones a unas 60.000 toneladas, supusieron una progresiva caída de los precios, especialmente desde julio, hasta los actuales 2,22 euros el kilo.

Según los datos manejados por la Agencia para el Aceite de Oliva, las existencias totales al 1 de septiembre eran de 483.000 toneladas. Considerando unas salidas mensuales de unas 90.000 toneladas, las disponibles para el inicio de campaña estarían en el entorno de las 300.000 toneladas. A esta cifra se sumaría una nueva campaña que los más pesimistas cifran en 900.000 toneladas y que podría rebasar el millón de toneladas si hay unas condiciones meteorológicas normales en otoño.

Esta caída de los precios ha supuesto atrapar a muchos industriales con un aceite adquirido a unas cotizaciones muy superiores y frente a una gran distribución que quiere precios en función del mercado actual. Por su parte, desde la producción, las cooperativas tratan de regular su oferta para defender los precios, al menos hasta que se conozcan datos más fiables sobre la producción de la próxima campaña.

Además de los problemas de los precios en el mercado, el sector olivarero reclama a la Administración que ponga ya sobre la mesa su propuesta para la aplicación de la reforma en el aceite de oliva, donde Bruselas exige un desacoplamiento mínimo del 60%. Según los datos manejados, la propuesta española contempla un desacoplamiento de hasta casi el 90%.