_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Las aves, garantía de futuro

Si hay un ser vivo en la naturaleza a cuyo paso se diluyen las fronteras marítimo-terrestres del universo, éste no es otro que las aves. Sus únicos límites son el clima o la calidad de los hábitats donde ancestralmente ha posado sus alas. Sólo la modificación de tales espacios o sus condiciones climáticas han podido hacer variar la costumbre atávica de nidificar, hibernar o migrar. Por tanto estamos ante unos seres que podríamos considerar los avant-la-lettre de la globalización entendida como interconexión de relaciones ecológicas.

En este sentido es decisivo preservar las condiciones de equilibrio forjadas durante millones de años y que han hecho posible que hasta hoy el hombre, como ser vivo, y la naturaleza conviviesen en armonía. Sin embargo, un objetivo en el que todos estamos de acuerdo choca de frente con la indisciplinada presencia del hombre como centro del universo surgida en el Renacimiento italiano y que hoy toca a rebato. Para suerte de todos, esta situación no es irreversible y la mejor muestra de ello es la conmemoración del Día Mundial de las Aves que este año coincide con el 25º aniversario de la Directiva de Aves aprobada por la Unión Europea.

El Gobierno valenciano, desde la adhesión de España a la Unión Europea en 1985, ha aplicado, en la línea marcada por aquella directiva, medidas correctoras para la conservación de aves amenazadas de extinción, para las vulnerables a determinadas modificaciones de sus hábitats o para aquellas especies que por su endemismo requerían un tratamiento específico. La directiva europea establece la posibilidad de declarar Zonas Especiales de Protección para las Aves (ZEPA), figura que ha servido para que la Generalitat la haya aplicado a 18 zonas con un total de 268.666 hectáreas protegidas. Gracias a una aplicación rigurosa de las ZEPA ha desaparecido el peligro de extinción de las águilas en el macizo del Penyagolosa, de diferentes aves acuáticas en L'Albufera o de las aves marinas que revolotean por los islotes de Benidorm.

Esta directiva marcó un hito para la conservación medioambiental y dio lugar a nuevas normas que la tomaron como ejemplo. La más importante la Directiva de Hábitats. Su aplicación ha sido clave como complemento de la anterior, al extender la preservación y mejora de los hábitats no solo a las aves sino también al resto de la fauna y flora silvestres. La finalidad es establecer un entramado de protección de hábitats que permita mantener el equilibrio ecológico en una de las regiones más prósperas del mundo. La incorporación de los nuevos países y el previsible ingreso de otros va a configurar la preservación y habilitación del mayor corredor natural libre del planeta: la Red Natura 2000.

Esta labor de macroprotección territorial necesita de la aportación del conjunto de las administraciones desde la municipal hasta la europea, de ahí que las administraciones intermedias como la Conselleria de Territorio y Vivienda desarrollen una labor decisiva que requiere de catálogos y normas de protección propias que den respuesta a la singularidad de cada territorio. Por eso en el próximo mes de febrero entrará en vigor nuestro Catálogo de Especies de Fauna Amenazada donde se dictan normas de protección y categorías para un total de 104 especies, 39 de ellas aves y, más concretamente, 10 estarán catalogas en peligro de extinción, por lo que la atención y los planes de recuperación que asegurarán su futuro ya se han puesto en marcha. Uno de ellos es el de la gaviota Audouin, ave marina emblemática del Mediterráneo.

El proceso es irreversible. La salud ecológica de nuestras aves está en muy buenas condiciones, más si tenemos en cuenta que de las cuatrocientas existentes en España, 344 están presentes en la Comunidad Valenciana y 191 de ellas han fijado en nuestro territorio el espacio para su nidificación. Mantener el estatus actual en cuanto a número y condiciones de los hábitats y las aves, sería un éxito, pero hemos querido ir más allá con la reintroducción de especies ya desaparecidas de nuestro territorio y así hoy ya podemos gozar entre otras de la avutarda, declarada recientemente Ave del Año por SEO-Birdlife.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En un territorio como la Comunidad Valenciana, con unas especiales condiciones forjadas a lo largo de los siglos, con una línea costera y unas primeras estribaciones montañosas, acompañadas por islotes salientes prolongación de las anteriores a escasos metros de la costa y una red de espacios húmedos de primer orden mundial, las aves, esos seres animados objetos de elegías poéticas de la libertad y hoy símbolo del patrimonio ecológico mundial tienen el futuro más asegurado que nunca. La recuperación de sus hábitats, el respeto por sus períodos de nidificación y los corredores por los que anualmente migran en busca de los climas más apropiados para su desarrollo han forjado una amplia normativa transterritorial ajustada a sus ancestrales costumbres. Normativa que la Conselleria de Territorio y Vivienda continuará impulsando, no solo para su preservación sino para que puedan ser objeto de disfrute y educación de todas las generaciones.

Rafael Blasco es consejero de Territorio y Vivienda de la Generalitat.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_