Lula se somete a su primer examen en las municipales de hoy en Brasil

Cerca de 120 millones de brasileños están convocados hoy a las urnas para elegir a 5.562 alcaldes en todo el país, pero la atención está concentrada en una sola ciudad, la megalópolis de São Paulo con el mayor presupuesto nacional, donde se librará la primera gran batalla electoral desde que gobierna en Brasil el antiguo sindicalista y fundador del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva.

La oposición ha tratado de convertir las elecciones locales en un examen al Gobierno del presidente de la República y a su política, mientras el PT aspira a crecer y consolidar su hegemonía, alentado por la mejora de los indicadores económicos. Un primer balance de lo que ha sido la campaña electoral permite vislumbrar un nuevo escenario político en Brasil, en el que destaca la polarización entre el PT y el Partido de la Social Democracia Brasileña-PSDB (oposición), del ex presidente Fernando Henrique Cardoso. Todo indica que estas dos formaciones políticas se repartirán el poder en los grandes centros urbanos en las elecciones que comienzan hoy y concluirán con la segunda vuelta del próximo 31 de octubre. A partir de noviembre, los actores políticos empezarán a mirar hacia 2006, año de las elecciones presidenciales.

En todos aquellos municipios en que el vencedor no haya obtenido el 50% más uno de los votos tendrá que disputarse un segundo turno entre los dos candidatos más votados. Así ocurrirá, salvo una sorpresa mayúscula, en São Paulo, donde las últimas encuestas pronostican un empate entre la actual prefecta (alcaldesa), Marta Suplicy (PT), y el aspirante José Serra (PSDB). Este último fue el adversario de Lula en los comicios de 2002. Una victoria de Serra indicaría que la oposición está viva y eliminaría un nombre de los precandidatos que el PSDB baraja para dentro de dos años. Asimismo, sería un revés para Lula da Silva, que ha empeñado todo su apoyo a la candidata Suplicy hasta límites que rozaron la ilegalidad. Si la vencedora es la actual alcaldesa, la crisis planeará sobre la oposición.

La campaña ha sido dura en cuanto a ataques y descalificaciones verbales entre los candidatos, alusiones constantes al presidente Lula y a su antecesor Cardoso, e incidentes en la calle. En una localidad de Rio Grande do Sul fue asesinado ayer un candidato a concejal y en otra localidad de São Paulo, la policía desactivó una bomba colocada en un colegio electoral.

Mientras, en un clima de tensión se celebró el jueves un debate televisado entre los principales aspirantes a la alcaldía de São Paulo, en el que Marta Suplicy no pudo disimular el nerviosismo a la hora de encajar y responder a las críticas de sus adversarios. El debate terminó en tablas, con momentos de gloria para los dos candidatos. Suplicy reprochó a Serra su crítica permanente y dijo que carecía de programa alternativo. Por su parte, el candidato opositor descalificó el recorte presupuestario de 719 millones de reales (unos 240 millones de dólares) que había sido anunciado por el Ayuntamiento aquella misma tarde, y que afecta sobre todo a los sectores de salud y educación.

Disputa voto a voto

"Éstas son unas elecciones que no terminarán hasta el 31 de octubre. Será una disputa voto a voto, hasta el último minuto", vaticina Carlos Alberto Montenegro, presidente del Grupo Ibope, especializado en estudios de opinión. Los dos candidatos principales a la alcaldía de São Paulo tienen excelentes currículos y una trayectoria de seriedad sin ninguna complacencia con la corrupción. Pero no apasionan, advierte Montenegro. El gran enigma en São Paulo, que puede definir la elección en la segunda vuelta, es el comportamiento del electorado fiel a Paulo Maluf (Partido Progresista-PP), veterano caudillo derechista y ex alcalde de la ciudad, quien por primera vez en su carrera política quedará descartado en la primera vuelta, según indican todas las encuestas. Los votantes malufistas están acostumbrados a odiar al PT, lo que contribuye a aumentar las expectativas del candidato Serra. Sin embargo, el diario Folha de São Paulo publicó hace dos semanas que el PT y el PP firmaron un pacto de no agresión a Suplicy. A cambio, Maluf podría respirar tranquilo en su batalla con la justicia, a raíz de la acusación de que tiene cuentas bancarias en el exterior con dinero evadido ilegalmente de Brasil.

En los últimos días, Maluf se ha mostrado más benevolente con la gestión de la alcaldesa de São Paulo y ha lanzado algunos dardos a su adversario Serra. Todo es posible, pues, con vistas a la segunda vuelta, si se tiene en cuenta que hay una gran porción de electorado fluctuante de cada lado que puede cambiar de opinión a última hora. Cada candidato intentará captar a esos votantes indecisos.

En Río de Janeiro, la segunda ciudad del país, el actual alcalde, César Maia, del derechista Partido del Frente Liberal (PFL), acaricia la posibilidad de ser reelegido en la primera vuelta. Sus adversarios principales, Marcelo Crivella (Partido Liberal) y Luiz Paulo Conde (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), no superan el 15%, según los sondeos.

En Belo Horizonte, capital del tercer Estado brasileño, Minas Gerais, Fernando Pimentel, del PT, tiene prácticamente asegurada la victoria en la primera vuelta. El candidato del PT, Raul Pont, también encabeza las intenciones de voto en Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, al igual que João Henrique Carneiro (PDT) en Salvador de Bahía, en cerrada pugna con César Borges (PFL).

El presidente Lula da Silva pasará la jornada en su vivienda de São Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de São Paulo,donde votará.