El conseguidor incontrolado

Un diputado francés septuagenario, Didier Julia, ha emergido como cabeza visible de una operación que pretendía liberar por su cuenta a Georges Malbrunot y Christian Chesnot, los periodistas secuestrados en Irak, en un intento que ha contado con ayuda logística del presidente de Costa de Marfil. Las autoridades francesas han desautorizado tales gestiones, a pesar de que el parlamentario en cuestión forma parte del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP).

Este hombre levantó el viernes una oleada de expectativas al anunciar que estaba esperando la llegada de los rehenes a Damasco. En el curso del día, uno de sus colaboradores telefoneó a una emisora de radio francesa, asegurando que se encontraba en Irak y que los dos periodistas estaban a su lado.

Sin embargo, con la caída de la noche, el diputado Didier Julia intervino de nuevo para dar cuenta del fracaso de la operación, atribuyéndolo a un ataque norteamericano al convoy de los rehenes. "Lamento hacerles saber que el equipo encargado de la seguridad de los periodistas ha sufrido seis muertos y que las cinco casas utilizadas por nuestros amigos han sido bombardeadas y destruidas", aseguró ante las cámaras de televisión.

Tal versión fue desmentida por un portavoz del mando norteamericano en Bagdad. En cualquier caso, si realmente se ha producido un intento de sacar a los periodistas de la zona de Faluja -donde se supone que se encuentran- era prácticamente imposible conseguirlo sin pasar por los controles norteamericanos esparcidos por los alrededores.

Siempre según el diputado, la liberación había sido dificultada también por "el envío de emisarios, de tipos que dicen actuar en nombre de Francia y que han caído sobre la región portadores de maletas con billetes de banco". Y añadió que "el Consejo Nacional de la Resistencia (iraquí) ha expresado su repulsa por tales actuaciones", dando a entender que la suya no es la única mediación.

Los intereses que guían a todos estos mediadores son confusos. El diario Le Monde cree saber que el hombre que dice haberse encontrado físicamente con los periodistas secuestrados es un intermediario en el aprovisionamiento de armas a Costa de Marfil, un negocio importante en un país inmerso en la guerra civil. El presidente de este país, Laurent Gbagbo -que ha puesto un avión a disposición de los negociadores- ha podido ver en la mediación la oportunidad de congraciarse con Jacques Chirac y así lavar pasadas tensiones con París.

Fuentes próximas al presidente francés desautorizaron ayer las actuaciones de Julia. El ministro de Exteriores, Michel Barnier, se permitió mostrarse mucho más irritado y contundente, condenando sin paliativos "las gestiones paralelas", que "han interrumpido todos los progreso" que se habían hecho para salvar a los dos periodistas y a su chófer sirio, secuestrados desde el 20 de agosto.