"No soy una estrella, sólo hago mi trabajo"
Aunque se sabe el enemigo público número uno de la Demencia, su antigua hinchada de Estudiantes, la preocupación de Felipe Reyes (Córdoba, 1980) es su tobillo izquierdo. Maltrecho desde el sábado pasado por una mala caída ante el Tau, en las semifinales de la Supercopa, lo único en que piensa el flamante fichaje del Madrid -cobrará 4,5 millones de euros en cinco años, con opción a un sexto- es en "llegar" al derby madrileño de mañana (18.30, La 2). De momento, mientras le matan de aburrimiento con tanto masaje y hielo en la región afectada, le silban los oídos ante tal duelo.
Pregunta. ¿Nervioso?
Respuesta. Siempre es un encuentro muy esperado. Ahora, incluso con más motivación porque me enfrento a mi ex equipo y mis ex compañeros.
"Siendo sincero, nunca me identifiqué ni tuve relación con la 'Demencia'. Es lo que hay"
P. Pues será la diana de los abucheos demenciales.
R. Habrá gente pitándome. De todas formas, eso ya está superado. Soy jugador del Madrid. Sensaciones extrañas por vestir de blanco aunque sea en Vistalegre, ninguna. Ya me siento plenamente identificado.
P. ¿Le sorprendieron los pitidos recibidos en el mismo escenario durante la preparación de la selección española para los Juegos Olímpicos?
R. Sí, pero sólo tuve un sector en contra, aunque al principio lo notase en los nervios...
P. Ha dejado claro que nunca se identificó con la Demencia.
R. Desde que estuve a punto de fichar por el Madrid hace tres años, muchos me pusieron la cruz y hubo partidos en que lo pasé mal porque mi afición me chillaba. En esta vida hay que ser sincero. Nunca me sentí identificado con ese grupo. Lo bueno de Estudiantes es que no sólo tiene a la Demencia. Tiene a muchísima gente más. Claro que tampoco era toda la Demencia, sino cuatro gatos que se hacían notar. Nunca tuve relación con ellos y nunca la voy a tener. Es lo que hay.
P. Pues ya parecen haberle encontrado sustituto en Sergio Rodríguez, el nuevo júnior de oro.
R. Es muy bueno, pero todavía muy joven. Tampoco hay que presionarle. Puede hacerlo muy bien, pero poco a poco. Para eso tiene que olvidarse del exterior y centrarse en su trabajo.
P. Por muchas barbaridades que escuche ahora, no será el peor año de su carrera.
R. No. Lo tuve mucho antes, a los 14 años, cuando todos mis compañeros se habían desarrollado y yo me quedé bajito. Encima, tuve una lesión de rodilla. Así que me quedé en el Cadete D. Hasta que de repente, a los 15, pegué un estirón de 20 centímetros en el verano [mide 2,03 metros]. Todo el mundo se quedó sorprendido y, en las siguientes pruebas, me cogieron para el equipo A.
P. ¿Cómo vivió la marcha de su hermano, Alfonso, al gran rival?
R. En Estudiantes no le quisieron renovar. Su mejor opción fue el Madrid.
P. Algo se diría...
R. Tampoco se metían mucho con él porque estuvo lesionado y porque estaba Alberto [Herreros] y se centraban más en él.
P. ¿Qué le recomienda Herreros ahora?
R. Que esté tranquilo, que vaya a lo mío y pase de los gritos.
P. El camino es siempre al revés, no del Madrid a Estudiantes.
R. Yo conozco mi caso y el de mi hermano. No nos han valorado y el Madrid ha mostrado mucho interés. A Estudiantes mi contrato se le hacía muy largo y caro. Así que me puso en venta.
P. ¿Qué habría pasado de ganar el quinto partido al Barça en la final de la Liga pasada?
R. Lo que conseguimos ya fue muy grande. Si se refiere a si hubiese seguido en Estudiantes, habría ocurrido lo mismo.
P. De hecho, usted ya quiso irse hace dos años, con otra oferta del Madrid de por medio.
R. Sí, porque tampoco me había valorado Estudiantes. Me hizo una propuesta muy mala. Al final, igualó la blanca y me tuve que quedar.
P. Los nervios o un nudo en la garganta le traicionaron el día de su presentación, cuando dijo que su sueño, fichar por el Madrid, se había cumplido.
R. Es que yo, al ser siempre jugador de Estudiantes, al Madrid le había tenido siempre como rival. Luego, desde que fichó mi hermano... He cumplido un sueño, que era jugar en un grande.
P. ¿Del Madrid a la NBA?
R. Ahora sólo pienso en este equipo. Espero cumplir los años firmados. Lo que tenga que ocurrir, ocurrirá. Pero jugar en la NBA, todo un sueño, lo veo lejos.
P. ¿Cómo se siente un tímido como usted cuándo le tratan como el fichaje mediático del año?
R. Para nada soy un galáctico. No, eso no. Pienso que no hay nadie galáctico. Yo tengo los pies en el suelo. Sólo soy un jugador que procura hacer su trabajo.
P. En el vestuario de su ex equipo no había divos.
R. Lo formaban grandes personas, normales, y todos nos llevábamos muy bien. Por eso era grande. Eso ayudó a que llegáramos hasta donde lo hicimos.
P. Pepu Hernández, el técnico estudiantil, afirma que va a aportar soluciones a las lagunas atacantes del Madrid.
R. Ha sido mi entrenador de siempre en profesionales y le tengo que agradecer su confianza y sus enseñanzas. Que diga eso es un halago muy grande.
P. ¿Es el Madrid sólo un club de fútbol?
R. Viendo los fichajes que ha hecho Florentino [Pérez], no. También apuesta por el basket.
P. Hablando de fútbol, se ha declarado del Atlético...
R. El fútbol no me atrae mucho. Pero... sí, me sigue gustando el Atleti. Y ahora, el Madrid. Ahora soy de dos equipos.
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