Dos empresarios confirman que pagaron al ex juez Estevill y al abogado Piqué Vidal para no ir a prisión
Dos empresarios de la empresa Nutrexpa, SA declararon ayer ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que en 1991 pagaron más de 150.000 euros al entonces juez Luis Pascual Estevill para evitar su ingreso en prisión y que abonaron otros 36.000 euros al abogado Juan Piqué Vidal por mediar en el caso. Ambos testigos relataron con detalle la extorsión sufrida, que adquirió tintes vejatorios en algún momento. "Estando detenido vino Estevill a los calabozos, acercó su rostro al mío, me echó el humo a la cara y me dijo que no creía lo que acabada de declarar", explicó ayer Salvador Bach, director financiero de Nutrexpa.
"El juez estuvo amenazante al principio, pero el día que pagamos estaba hasta cariñoso y nos dijo: 'Chicos, lo que habéis hecho no está bien, pero como os veo arrepentidos, os perdono", declaró Javier María Ferrero, administrador de la empresa y quien estuvo imputado por Estevill en un caso de facturas falsas. El caso acabó con una condena de tres meses de cárcel para Bach, quien asumió la autoría de las facturas falsas. Ese proceso salpicó también a Ignacio Ferrero, hermano del anterior y consejero del BBVA desde 2000, quien estaba previsto que también declarase ayer aunque no lo hizo porque renunció a él quien lo propuso, la defensa de Piqué Vidal.
Los dos empresarios explicaron que la extorsión se concretó después de que Estevill les aconsejara, a través de otro abogado, que fueran a ver a Piqué Vidal, porque "era el camino". Tras esa visita, una llamada anónima anunció a los extorsionados que recibirían en su empresa un sobre con instrucciones, como así ocurrió. En el interior figuraba el número de la cuenta Suiza del juez y la cifra a ingresar: 25 millones de pesetas. El consejo de administración de Nutrexpa se reunió y decidió pagar, declaró Ferrero. "Vimos que era una extorsión, pero la aceptamos porque era el único modo de que no acabásemos en la cárcel", explicó.
El pago lo realizó el abogado de la compañía, Juan Velayos, con un talón procedente de una empresa holandesa del grupo. A los pocos días, Piqué Vidal les giró una factura por un asesoramiento que los empresarios calificaron de inexistentes. "En la factura no podía poner que el concepto era por extorsión", precisó el testigo, quien en otro momento dijo que Piqué fue "mano de santo", aunque también añadió que actuó con "terrible maldad".
El pago evitó que cuatro directivos de la compañía acabasen en prisión, pero cuando la fiscalía empezó a investigar a Estevill años después esos mismos empresarios acudieron a colaborar con las investigaciones y aportaron todas las pruebas reunidas.
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