2.000 trabajadores de los tres astilleros de Izar en Cádiz exigen la continuidad de las plantas

Con una ruidosa protesta, 2.000 trabajadores de los tres astilleros de Izar en la Bahía de Cádiz recorrieron la avenida principal de la capital hasta llegar a la Subdelegación del Gobierno, donde los representantes de los comités se entrevistaron con el subdelegado, Sebastián Saucedo. "No permitiremos que se cierre ningún astillero en la Bahía", dijo entre aplausos Jesús Gargallo, presidente del comité de Cádiz a los manifestantes tras reunirse con Saucedo. El consejero de Empleo, Antonio Fernández, insistió ayer en que hay alternativas para mantener la actividad.

Los empleados de los tres astilleros se unieron en una sola manifestación a la entrada de Cádiz sobre las 12.30. Los trabajadores de San Fernando llegaron en 20 autobuses, mientras que los de Puerto Real y Cádiz se desplazaron a pie hasta el punto de partida. Los primeros cortaron el puente José León de Carranza minutos antes de las 12.00 y los segundos hicieron lo propio por la avenida Juan Carlos I de la capital gaditana. Ya juntos, los trabajadores recorrieron la avenida principal hasta la Subdelegación. El único momento de gran tensión se produjo cuando un grupo de trabajadores rodeó e increpó a dos policías que trataban de identificar a un joven que había intentado introducir en un contenedor de papel un pequeño artefacto explosivo (una botella llena de aguarrás y aluminio).

La protesta avanzó a ritmo rápido. Frente al hospital Puerta del Mar, los empleados de Izar recibieron el apoyo de parte del personal del centro sanitario. En la manifestación también participaron algunos sindicalistas de Altadis, la antigua Tabacalera, que pretende aplicar un plan de ajuste en su planta gaditana.

La mayoría de cánticos coreados por los manifestantes iban dirigidos contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el resto del Ejecutivo socialista, aunque también se escucharon gritos contra el PP y el alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU), a quien recriminaron sus declaraciones defendiendo el astillero de Ferrol como factoría referente de la construcción militar en España.

El PSOE y el comité de Puerto Real consideran que este apoyo pone en peligro la construcción en Puerto Real de un buque de aprovisionamiento militar de la Armada, obra que garantizaría cuatro años de trabajo para este astillero gaditano.

Barroso reiteró ayer su "convencimiento" de que en Puerto Real debe prevalecer la construcción civil sobre la militar. "Ello no significa que yo favorezca a Ferrol y que estoy en contra del astillero de mi municipio. Es deleznable y descabellado decir eso o que se pone en peligro la construcción de este buque militar porque no es así", dijo Barroso, quien, con todo, acusó al Gobierno central de utilizar este contrato como "señuelo" para determinar el carácter militar de Puerto Real y "convencer" a la opinión pública de que "lo militar es el futuro". "Y eso no es cierto", apostilló. Según el alcalde, está siendo víctima de un "juicio sumarísimo de liquidación moral y política" por haber "promovido" el procedimiento parlamentario en el que todos los grupos políticos dejaron solo al PSOE en el Congreso y le pidieron al Gobierno que retirase el plan de la Sociedad Estatal de Participación Industriales (SEPI), propietaria de Izar. "Estoy siendo estigmatizado, satanizado, vilipendiado y señalado por el dedo del poder por pensar y pertenecer al sector político crítico con el Gobierno", sostuvo.

El consejero andaluz de Empleo, Antonio Fernández, consideró que se avanza por buen camino en las negociaciones de la SEPI con los trabajadores y sostuvo que hay alternativas para garantizar el mantenimiento de la actividad en esos centros.

El consejero recordó que Andalucía ha presentado algunas propuestas "muy serias" para asegurar la viabilidad de los astilleros y citó la creación de unidad de negocio en el marco de la Bahía de Cádiz, adelantada la semana pasada por el presidente de la Junta, Manuel Chaves. También apuntó como alternativa la posibilidad de que los astilleros de Sevilla lleven a cabo trabajos no sólo para la construcción de buques, sino otras actividades relacionadas con obras importantes.