Un remanso de paz
En la noche del sábado, la plaza del Rei se convirtió en un oasis de paz y buen gusto musical que poco tenía que ver con la algarabía de fiesta mayor que reinaba en calles y plazas de Barcelona. El causante de que la cosa allí fuera diferente fue el pianista y compositor barcelonés Maurici Vilavecchia, quien presentó su nuevo proyecto a medio camino del jazz y del folclor contemporáneo. Poco a poco, la plaza se fue llenando hasta llenarse.
El la cercana plaza de Sant Jaume, el bullicio del Correfoc tomó forma de volcán en erupción pasadas las 23.00 horas cuando los occitanos Fabulous Troubadours tomaron el escenario. La plaza estaba a rebosar y los de Toulouse lo tuvieron fácil con su mezcla de rap y reggae descafeinados y altas dosis de buen humor.
El secreto de los Fabulous Troubadours radica en sus letras de un cinismo y militancia radicales. Buena parte de ese dardo envenenado se perdió en el alboroto festivo, pero el ritmo simplón y reiterativo del dúo occitano sirvió para poner en movimiento a toda la plaza. Mercedes Peón lo hubiera tenido todo ganado si hubiera aparecido en el escenario justo al acabar la actuación de los occitanos, pero el entreacto se alargó y parte del público inició la desbandada.
Un buen refugio seguía siendo la plaza del Rei, ahora con la nueva banda de Dani Nel.lo. Esta vez el saxofonista se ha acercado a ese jazz danzante con un punto canalla que casa perfectamente con su saber hacer musical y los resultados fueron satisfactorios. Mientras, la gaitera Mercedes Peón tuvo que esforzarse en los primeros temas de su concierto para meterse al público en el bolsillo.
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