Deslocalizaciones

En enero de 2004 la multinacional coreana Samsung anunció la deslocalización de su fábrica en Cataluña. La Generalitat de Cataluña, el PSOE y el PSC manifestaron entonces su oposición a la pérdida de puestos de trabajo que provocaría la deslocalización. Concretamente, la Generalitat de Cataluña exigió a la multinacional Samsung la recolocación de sus 446 empleados. El entonces primer secretario del Partit del Socialistes de Catalunya (PSC), José Montilla, abundó en la exigencia del Ejecutivo catalán, "sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una empresa que ha recibido subvenciones" (EL PAÍS, 16 de enero de 2004).

Paradójicamente, el mismo señor Montilla, ahora ministro de Industria, Comercio y Turismo, se pronuncia, respecto de un organismo público, en términos bien distintos de los utilizados en el caso de una empresa privada: "El traslado de la CMT a Barcelona se hará efectivo durante el 2005, tal como se dijo el primer día. Yo entiendo que haya empleados de este organismo a los que el cambio de residencia puede suponerles una distorsión. Seguramente si trabajaran en una empresa privada no plantearían este tipo de problemas. Intentaremos resolver esas dificultades, pero la CMT se trasladará a Barcelona. Digo la CMT, y no parte de ella". La expresión suscita indignación a cualquiera con un mínimo de sensibilidad en materia laboral, con independencia de quien la hubiera manifestado. Cuando se constata además que procede de un socialista, con la máxima responsabilidad en la cartera de Industria, genera estupefacción.