Hockey sobre el asfalto

Las bocas de Roberto (14 años), Alejandro (11) y Rodrigo (6) se abrieron de par en par ante la vista de 400 metros cuadrados de canchas de baloncesto, de esgrima, de hockey... Era el paseo de Camoens, una vía en mitad del parque del Oeste (distrito de Moncloa-Aravaca), cortada al trafico y convertida, entre las 11.00 y las 20.00 de ayer, en un enorme campo de deporte al aire libre, por el que pasaron cientos de chavales.

Como colofón de la Semana de la Movilidad organizada por el Ayuntamiento de Madrid, y en colaboración con la Fundación Madrid 2012 -que impulsa la candidatura olímpica de la capital-, esta zona se liberó de las garras del tráfico para trasladar al Comité Olímpico Internacional que uno de los valores de la candidatura española es conseguir unos juegos que prescindan del vehículo privado. "Queremos insistir en lo positivo que supone la utilización del transporte público, sin olvidar hacer un llamamiento para que se use el vehículo privado de forma inteligente", señaló Javier Conde, director general de Movilidad. Desde el Consistorio, el elemento con el que quieren diferenciar la candidatura de Madrid de las de sus competidores (Nueva York, Londres, París, y Moscú) es el respeto al medio ambiente y la movilidad. Así, tienen previsto que se pueda acudir al 82% de las instalaciones olímpicas en transporte público.

Eso, en el capítulo de intenciones. En el de actividades concretas, los niños, que eran ayer mayoría aunque podía participar todo el mundo, aprendían con monitores -un total de 28- los rudimentos de seis disciplinas olímpicas: baloncesto, esgrima, tenis de mesa, hockey, badminton y voleibol, para después entregarse a su práctica. Pablo, de 11 años, había llegado a las 11.00 junto a su padre. Como aún había poca gente, pudo practicar durante más de 40 minutos la esgrima con una espada de gomaespuma. Su monitor era Andrés Mendoza, campeón de España junior en este deporte. "Les encanta. Todos han visto películas de piratas y de espadachines ", comentaba Andrés.

"Pero pásala, no seas chupón". En las otras canchas se escuchaban las voces de los partidos. Santiago, de ocho años, jugaba al baloncesto. Ya había practicado esa mañana, además, esgrima y hockey. Estos últimos los probaba por primera vez. Dispuesto a pasar por el resto de canchas del paseo de Camoens, hasta ese momento lo que más le había gustado era, con diferencia, el hockey. "Es el más divertido", repetía.

Mientras los chavales jugaban, la mayoría de los padres les esperaban pacientemente sentados en un banco mientras leían el periódico o hacían tiempo de cualquier otra manera. Otros padres, los más entusiastas, seguían de cerca el juego de sus hijos; les daban ánimos e indicaciones. "Pero sal de la zona, Jerónimo", gritaba uno de ellos.

Una dotación de Samur-Protección Civil, varios urinarios públicos y un cátering completaban el despliegue. Sin olvidar a una parte fundamental de este tipo de actividades: los voluntarios. Ayer fueron un total de 20, repartidos en dos turnos. Blanca Millera, de 20 años, se apuntó el año pasado para ser voluntaria en Madrid 2012. Tras una lesión que le apartó de la práctica del tenis, ahora es una ferviente apasionada del voluntariado en eventos deportivos: acaba de volver de Atenas, donde ha sido asistente de tiro en el pentatlón y, próximamente, aportará sus horas libres a la organización de Masters Series de tenis.