El Ejército israelí destruye 35 casas en un campo de Gaza

Unidades del Ejército israelí, apoyadas por tanques y blindados, entraron ayer al alba en el campo de refugiados de Jan Yunes, al sur de la franja de Gaza, para destruir no menos de 35 viviendas. En el transcurso de la operación un adulto de 55 años fue abatido por un misil disparado por un helicóptero y una niña de 11 años alcanzada por una bala en la cabeza, mientras se encontraba en el interior de una escuela, administrada por Naciones Unidas.

Esta operación de demolición de casas emprendida ayer por el Ejército es la más amplia y devastadora que han efectuado las tropas en territorios palestinos desde que el pasado mes de mayo los soldados derribaran más de un centenar de viviendas en el campo de refugiados cercano de Rafah, como represalia por la muerte en la zona de 11 soldados, en dos emboscadas efectuadas en la región. En aquella ocasión la oleada de demoliciones pudo ser parada gracias a las presiones y amenazas de la comunidad internacional, a las que se sumó, incluso, Estados Unidos.

Represalia

La operación emprendida ayer viene otra vez en represalia por las últimas acciones de las milicias radicales palestinas, que hace tres días lograron infiltrarse en el asentamiento cercano de Morag para matar a tres soldados y luego dispararon obuses de mortero sobre el enclave de Neve Dekalim provocando la muerte de una colona de 22 años.

La acción de las excavadoras israelíes cogió por sorpresa a los habitantes de las casas que, despertados por el ruido ensordecedor de la maquinaria, sólo tuvieron tiempo de salir de sus casas corriendo, salvar algunas pertenencias personales y dejar el resto del mobiliario en el interior de las viviendas para acabar aplastado y convertido en escombros.

Militantes de las Brigadas de Ezzedine al Kassam, el brazo militar de Hamás, y de diversos grupos autónomos como las Brigadas de Jenin y de Abou el Rich trataron de impedir la acción de las excavadoras al hacer explotar sin éxito diversas bombas y disparar ráfagas de armas automáticas contra los blindados.

Desde que se inició la Intifada hace cuatro años, el Ejército israelí ha destruido 2.508 viviendas en la franja de Gaza, dejando sin techo a cerca de 25.000 personas, según estadísticas de la UNRWA, la agencia de la ONU encargada de asistir y defender a los refugiados palestinos.