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El sueño de una mujer estéril

Una ex enferma de cáncer da a luz tras un autotrasplante ovárico

Gabriela Cañas

Un equipo médico belga logró el jueves por la tarde un éxito sin precedentes: una mujer de 32 años, estéril tras un tratamiento de quimioterapia contra el cáncer, dio a luz una niña sana gracias a un trasplante de su propio tejido ovárico que los médicos le habían extraído hace siete años, cuando aún era fértil. La novedad de este caso es que el embarazo fue natural y no hubo que recurrir a la fecundación in vitro.

La revista médica The Lancet se apresuró ayer a publicar en su página web los detalles del milagro y pocas horas después los padres mostraban radiantes a su bebé, que pesó 3,72 kilogramos al nacer, proclamando que su experiencia es un mensaje de esperanza.

La madre de Tamara, la niña nacida el jueves en la clínica universitaria de Saint-Luc, en Bruselas, se sometió a la extracción de su tejido ovárico en 1997, cuando tenía 25 años y justo antes de tener que afrontar la quimioterapia para combatir la enfermedad de Hodgkin (un tipo de cáncer linfático) que padecía. Previamente, la Universidad Católica de Lovaina a la que pertenece el director del proyecto, Jacques Donnez, había dado su consentimiento al protocolo de este tipo de ensayos.

El tejido ovárico de esta mujer ha estado congelado durante siete años, con los correspondientes tejidos ováricos de otras 141 pacientes de la misma clínica a las que el nacimiento de la niña ha dado, sin duda, enormes esperanzas. Dos de ellas ya se han sometido al autotrasplante.

La mujer sufría una menopausia precoz después del tratamiento contra el cáncer. A principios del año pasado manifestó su deseo de ser madre, y en julio pasado los médicos le hicieron el trasplante de su propio tejido congelado. Apenas tardó cinco meses en quedarse embarazada de forma natural.

Fecundación natural

Como destaca The Lancet, en marzo de este mismo año especialistas americanos publicaron un ensayo parecido con una mujer de 30 años. La diferencia es que en este caso hubo que recurrir a la fecundación in vitro, mientras que la fecundación natural, como dijo ayer Donnez, es más barata y más fácil.

"No sabíamos si lo íbamos a conseguir, pero siempre hemos tenido esperanzas en nuestra técnica de reimplantación del tejido", explicó Donnez, quien destacó la voluntad sin fisuras de la paciente para intentar ser madre. "Siempre tuve la esperanza de que esto podía pasar", dijo la mujer.

Los médicos belgas apenas han necesitado congelar cinco mínimas muestras del tejido del ovario izquierdo de la madre de Tamara, si bien el secreto del éxito parece ser la técnica de reimplantación. El equipo ha alertado de que este tratamiento es posible sólo cuando el cáncer que sufre la paciente no daña significativamente sus órganos reproductivos.

Para el equipo que ha logrado esta primicia, ofrecer sistemáticamente esta técnica de reimplantación de tejido ovárico se ha convertido en una "obligación médica" para satisfacer la necesidad de convertirse en madre de las mujeres que han sufrido un tratamiento contra el cáncer, que había enterrado, a priori, sus expectativas.

Ouarda Touirat, con su hija Tamara
Ouarda Touirat, con su hija TamaraAP

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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