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Vizcaya se plantea crear hasta siete nuevas plantas para tratar sus basuras

La Diputación defiende en su plan de residuos hasta 2016 una ampliación de la incineradora

La Diputación de Vizcaya se plantea invertir más de 100 millones de euros y crear hasta siete nuevas infraestructuras en su plan de gestión de residuos urbanos. El primer borrador del proyecto, cuya vigencia se prolongará hasta el año 2016, se fija como objetivo el reciclaje del 60% (el doble de lo actual), pero plantea tres opciones posibles para tratar el resto de la basura. La Diputación defiende ampliar la capacidad de la incineradora de basuras, a punto de abrirse, en 100.000 toneladas más y que otras 151.000 toneladas sean eliminadas con un tratamiento biológico.

El documento presentado ayer a las Juntas Generales, tras un año de elaboración, supone cambios significativos con respecto al I Plan de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, en vigor entre 1997 y 2001. Entonces se partía de una situación muy diferente, porque casi todos estos desechos (que abarcan la basura doméstica, medicamentos, textiles, madera, electrodomésticos, aceites comestibles, neumáticos fuera de uso y residuos de construcción) se depositaban al vertedero: hasta un 94% y sólo se reciclaba el 15%. Ahora el aprovechamiento se sitúa en el 30% y el depósito en los basureros, en el 70%.

Pese a estos avances, la Diputación ha realizado importantes cambios en el borrador del nuevo plan. El titular foral de Medio Ambiente, Iosu Madariaga, insistió en que es un "documento inicial, no cerrado, y abierto y participativo", que no se espera aprobar definitivamente hasta dentro de un año. Además de ampliar la vigencia durante 12 años, se plantea lograr en 2016 un "vertido cero" de los desechos denominados primarios, los recogidos sin ningún proceso de clasificación, separación o tratamiento. La idea es que los basureros sólo acojan lo que no pueda ser aprovechado y que haya sido previamente inertizado. Para ello, junto a doblar los niveles de reciclaje actual, apuesta por nuevas infraestructuras que se unan a la incineradora de Zabalgarbi, a punto de entrar en funcionamiento pleno.

El borrador prevé levantar una planta de compostaje o biometanización, otra de reciclaje de electromésticos y una tercera de residuos de construcción, a las que se unirían, según la opción que se elija, instalaciones de tratamiento mecánico-biológicos (separan el material aprovechable y la materia orgánica de la bolsa de basura), de gasificación y hornos cementeros e industriales.

Madariaga expuso que para el año 2016 se pretende que el reciclaje y el compostaje -se piensa en una planta de 20.000 toneladas para obtener el abono orgánico de la basura- sean el destino de casi los dos tercios de la basura generada. Para el 37% restante, se han elegido tres alternativas.

La primera incluye la incineradora, con 230.000 toneladas anuales, la planta de tratamiento mecánico-biológico (151.000 toneladas) y otros aprovechamientos energéticos en hornos cementeros e industriales y una planta de gasificación (99.000). La inversión prevista es de 100 millones de euros y el canon de tratamiento por tonelada ascendería a 61 euros.

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La segunda opción, por la que se decanta el departamento foral de Medio Ambiente, apuesta por ampliar la capacidad actual de la incineradora en casi 100.000 toneladas anuales para llegar a las 329.000, unida a las 151.000 de planta mecánico-biológica. El coste calculado ronda los 162 millones y el canon por tonelada, 48 euros.

La tercera posibilidad, cifrada en 152 millones y 43 euros de canon, duplicaría la capacidad actual de la incineradora, al llegar hasta las 440.000 toneladas, y que otras 40.000 se traten en una planta de gasificación y en hornos cementeros e industriales.

Madariaga indicó que la segunda opción es la "más correcta medioambientalmente" y la que ofrece un mayor aprovechameinto "material y energético". Sin embargo, se remitió a la decisión final de las Juntas Generales que deben aprobar el documento. "Habrá que ver qué criterio pesa más, el político, el medioambiental o el económico", destacó.

El borrador del plan prevé que en 2016 el volumen total de residuos urbanos ascienda a casi 1,3 millones de toneladas, lo que significará sólo un aumento de 150.000 en los próximos 12 años. Este aumento se ha producido en los últimos cinco años.

El diputado, quien calculó que la incineradora estará en marcha en un mes, dijo que el aumento de la capacidad actual de 230.000 toneladas no pasa necesariamente por la incorporación de Bilbao, uno de los pocos municipios vizcaínos que ha rechazado dejar sus basuras en la planta de Zabalgarbi.

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