El alcalde de Berja ordena el desalojo a la fuerza del Ayuntamiento de la regidora de Balanegra

La Policía Local de Berja (Almería) y la Guardia Civil desalojaron a las 7.45 de ayer, por sorpresa, a la alcaldesa de Balanegra, Mercedes Tapia, de las dependencias del salón de plenos del Ayuntamiento de Berja. De esta manera abrupta el alcalde de Berja, Serafín Robles (PSOE), puso fin a casi 20 días de encierro y a la huelga de hambre que Tapia inició ayer para reclamar una mayor financiación para la Entidad Autónoma Local de Balanegra. Tapia, ingresada en el Hospital de Poniente, advirtió de que proseguirá con su huelga a las puertas del Consistorio y sentada en una silla.

Tapia decidió quedarse en la calle tres horas, hasta que una ambulancia se la llevó en torno a las 11.30. En ese tiempo, cientos de vecinos de Balanegra se acercaron hasta el municipio virgitano donde se podía contemplar una imagen insólita: la alcaldesa tendida en el suelo con evidentes signos de cansancio y uno de sus hijos junto a ella. "Les dije que no me sacaban y ellos que tenían que cumplir órdenes. Por último me agarré al sillón y me cogieron todos a la fuerza. Yo chillaba y ya estaba hasta ronca. Y me han tirado como el que tira a un perro", explicó Tapia en la calle.

Tapia llamó "fascista" al alcalde de Berja y pidió su dimisión. "Tengo una impotencia contra el fascismo de este señor que no tiene pantalones para dar la cara. Que el pueblo de Berja es maravilloso y que no tenga miedo y se levante contra este alcalde", sentenció Tapia.

Robles alegó que el encierro se iba a ver agravado por la huelga de hambre y que esta decisión generaba tensión entre los vecinos de ambas localidades. "Antes de que pudieran aparecer altercados por esta actitud, como ya ocurrió el pasado día 21 entre ciudadanos de un municipio y del otro, entendimos que había que acabar con esta situación que duraba bastantes días", explicó Robles.

Paradójicamente, la orden de desalojo fue dada horas después de una reunión en el Ayuntamiento entre Robles, el parlamentario socialista Juan Antonio Segura Vizcaíno, el ex alcalde de Balanegra Miguel Peralta, el secretario provincial del PP en Almería, José Luis Aguilar, y Mercedes Tapia para buscar una salida a la situación.

Los asistentes levantaron la sesión a las dos de la madrugada por "evidente agotamiento" para reiniciar el encuentro a primera hora del viernes. Sin embargo, el forzado desalojo cambió el rumbo del día.

Desde el PP, José Luis Aguilar pidió la dimisión tanto de Robles y del subdelegado del Gobierno en Almería, Miguel Corpas. "El alcalde debe dimitir y el subdelegado del Gobierno también porque debía de haber parado esta operación. Esto genera más crispación", dijo.

Por su parte, el presidente del PP en Andalucía, Javier Arenas calificó de disparate la acción ordenada por Robles. "Me parece un disparate en la forma en que se ha producido y son inaceptables esos mecanismos especialmente cuando se trata de una señora que representa a los ciudadanos y que es la alcaldesa", dijo Arenas.

El gobierno de Balanegra hizo público un manifiesto para mostrar su indignación por el desalojo "de forma violenta y sin ningún tipo de miramiento con la autoridad pública".