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ALIANZA PETROLERA

Shell invertirá 45.000 millones en tres años para subir su producción

La petrolera quiere llegar a extraer 4 millones de barriles diarios en 2009

Fernando Gualdoni

La petrolera anglo-holandesa Royal-Dutch Shell presentó ayer el plan con el que pretende recuperar el terreno perdido tras un año de muchas dificultades. La compañía invertirá 45.000 millones de dólares los próximos tres años y en torno a un cuarto de esa suma, unos 12.000 millones, lo obtendrá de la venta de activos. La empresa quiere ganar sobre todo en producción de crudo y gas para pasar de los actuales 3,7 millones de barriles diarios a 4 en 2009.

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El presidente de Shell, Jeroen van der Veer, ha apostado fuerte en su primer plan al frente de la empresa por el negocio de la exploración y producción de petróleo y gas. Sin duda, Van der Veer quiere recuperar las reservas de la empresa y la confianza de los inversores en la misma, después de que a principios de año se conociera que las reservas de la petrolera eran más de un 20% inferiores a las reales y que esa información se había ocultado a los inversores. El fraude costó el puesto al presidente, Philip Watts, y al jefe de exploración y producción, Walter van de Vijver, quienes sabían desde 2001 que se habían alterado los datos. También costó a la empresa una multa de 151 millones de dólares impuesta por los reguladores financieros británicos y estadounidenses.

El plan es muy ambicioso y ayer el mercado le hizo saber esto a Van der Veer. Las acciones de Shell cayeron en torno a un 3% en la Bolsa de Londres y sufrieron un retroceso de similar magnitud en el mercado holandés. No obstante, para muchos analistas, la partida acaba de empezar y habrá que ver cómo Shell plantea su juego. La apuesta más fuerte es, sin duda, por el negocio del exploración y producción y el proyecto conjunto con Repsol YPF conocido ayer es indudablemente parte de esa estrategia.

Shell anunció ayer que tiene previsto invertir 45.000 millones de dólares en su negocio de producción de crudo y gas en los próximos tres años y que se desprenderá de algunas empresas para 2006, por las que espera recaudar unos 12.000 millones de dólares. Una de las compañías que es factible de ser puesta a la venta es el consorcio químico holandés Basell, cuya propiedad la comparte en un 50% con el grupo alemán BASF. Shell también planea simplificar su infraestructura al unir las áreas de negocio del petróleo y los químicos.

La empresa se ha marcado como objetivo pasar de una producción de hidrocarburos que en este momento alcanza los 3,7 millones de barriles diarios (casi cuatro veces la producción de Repsol YPF) a los cuatro millones en 2009 y llegar a los cinco millones en 2014. También prevé diversificar más su extracción, ya que si hoy la producción de crudo supera ampliamente a la de gas, para dentro de tres años van a estar igualadas, según el plan de la compañía.

Prioridades geográficas

Otra cosa que cambia bastante son las prioridades geográficas de la compañía. La inversión en Asia y Oriente Próximo, que en 2003 representó en torno al 24% del total, pasará al 40% en 2010, en detrimento del capital de la petrolera que fluye hacia América. Shell tiende a replegarse en América, especialmente en Suramérica, de donde se retirará prácticamente por completo, como lo hizo recientemente del mercado de venta de carburantes en España y en Portugal. Otro de los objetivos de Shell es ganar terreno en Libia gracias al restablecimiento de las relaciones entre el Reino Unido y el régimen de Gaddafi. En Libia el principal operador es Repsol YPF, pero esto no significa que en el mercado libio ambas empresas vayan a asociarse como en Irán para operar. De hecho, Repsol YPF tiene otros socios en Libia, como la australiana Woodside Energy y la griega Hellenic Petroleum.

El único detalle clave que Van der Veer no dejó claro ayer fue el que se refiere a la gestión de la compañía. Royal-Dutch Shell, participada en un 60% por los holandeses y en un 40% por los británicos, tiene dos consejos de administración desde que se fusionaron en 1907. Se espera que la gestión se unifique en un solo consejo, ya que parte de la crisis que la petrolera ha pasado en el último año y su lentitud a la hora de reaccionar a los cambios se achacan a este sistema de gestión.

En los últimos años, Shell ha visto cómo Exxon, con su fusión con Mobil, y BP, con la absorción de Amoco y Arco, la han superado en la lista de las mayores petroleras del mundo. Incluso la francesa Total le ha echado un pulso al comprar la belga Fina y Elf. Shell no ha cambiado en 100 años y a eso se achaca su estancamiento.

Jeroen van der Veer (izquierda) y Alfonso Cortina.
Jeroen van der Veer (izquierda) y Alfonso Cortina.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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