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La Reserva Federal de EE UU sube los tipos al 1,75% a 40 días de las elecciones

El banco central eleva el precio del dinero por tercera vez consecutiva desde junio

La Reserva Federal (Fed) -banco central estadounidense- no ve razones para frenar la tendencia de alza en los tipos de interés y ayer volvió a encarecer un poco más el precio del dinero con otra subida de cuarto de punto, hasta el 1,75%. Es el tercer incremento consecutivo desde que en junio optara por dar el golpe de timón a su política monetaria de tipos bajos y se produce a apenas 40 días de las elecciones presidenciales en EE UU. La Fed parece no dejarse influir y quiere acercarse con calma a una situación más neutral del precio del dinero, que estaría en torno al 3,5%.

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La subida de ayer, como las dos anteriores, no cogió a nadie por sorpresa porque la decisión de la Fed se daba por descontada a raíz de las últimas intervenciones públicas de los miembros del banco central y por el simple hecho de que los tipos están netamente por debajo de lo que correspondería con la expansión actual de la actividad económica y de la evolución de la inflación. Se trata del tercer incremento consecutivo del precio del dinero desde el pasado mes de junio. Entonces, la Fed puso fin a casi cuatro años de descensos continuados de los tipos de interés. El precio del dinero se situaba en aquel momento en el 1%, el nivel más bajo de los últimos 45 años.

En este sentido, la Reserva Federal vuelve a decir que irá abandonado los estímulos monetarios a un ritmo suave. La Fed, que celebraba su última reunión antes de las elecciones, afirma en su comunicado que el crecimiento vuelve a recuperar el vigor que perdió en primavera como consecuencia del alza en el precio de el crudo, pero califica de modesta "la mejora de las condiciones" en el mercado laboral. Sobre la inflación, dice que a pesar del encarecimiento de la energía, "se ha suavizado en los últimos meses". "La inflación seguirá relativamente baja", añade la Fed.

La Bolsa acogió la noticia con una ligera subida que, al cierre de esta edición, era del 0,61%.

Giro pausado

A partir de este análisis, la táctica del banco central estadounidense no parece que vaya a cambiar de momento. El presidente de la Fed, Alan Greenspan, ya cimentó esta estrategia ante el comité de presupuesto del Senado hace dos semanas, al decir que la economía estadounidense está cobrando ritmo y descartó riesgos inflacionistas. La política de comunicación del banco emisor estadounidense pretende mostrar a los actores económicos y financieros que el salto hacia un tipo normal no se hará de golpe.

Pero hay diferentes interpretaciones. En términos mensuales, la inflación es prácticamente inexistente en EE UU y los mercados no son tan optimistas como la Fed sobre la fortaleza de la economía, que no crece tanto como se esperaba. Esto está dando que pensar a muchos operadores en Wall Street sobre la posibilidad de que el banco emisor pueda tomarse un respiro cuando los tipos lleguen al 2%, para ver por dónde van los indicadores. "Sería razonable que en diciembre decidiera no subir tipos", sugiere Goldman Sachs, a pesar de que mantenga en el 2,25% su estimación para final de 2004.

El banco de inversiones UBS piensa que es una posibilidad que no está fundada porque "no se corresponde con las intenciones" expresadas en los tres últimos encuentros del comité monetario. "Los tipos de interés están inusualmente bajos y necesitan converger hacia una posición más neutral", señalan. UBS prevé que los tipos se sitúen en el 2% al cierre del año y que lleguen al 4% a final de 2005, medio punto más de lo que dice Goldman Sachs. Hay dos elementos que justifican este análisis. Por un lado, los abultados déficit fiscal y exterior de EE UU. Por otro está el impacto que puede tener el incremento de los costes en la inflación.

La Fed deja claro en su comunicado, como en las dos ocasiones anteriores, que el comité monetario "responderá a los cambios en las perspectivas económicas para cumplir con su obligación de respetar la estabilidad de precios". La autoridad monetaria asegura además que la decisión de subir los tipos al 1,75% sigue apoyando al crecimiento económico de EE UU. El otro elemento determinante a la hora de marcar el ritmo de próximas subidas de tipos será la evolución del mercado laboral.

Las subidas de tipos no son bien recibidas por los gobiernos en campaña electoral, pero en el caso de EE UU la Casa Blanca ya contaba con esta posibilidad porque le confirma el mensaje de que la economía avanza sólida gracias a sus políticas. Pero George Bush padre acusó a la Fed de haber puesto trabas a su reelección al no bajar más los tipos antes de concurrir a las elecciones, para conseguir que los ciudadanos percibieran la recuperación de la economía.

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