Las exigencias del PP complican la cumbre de presidentes que quiere Zapatero
Los consejeros autonómicos y el ministro Jordi Sevilla volverán a intentar un acuerdo en octubre
La primera reunión preparatoria de la Conferencia de Presidentes autonómicos, que el Gobierno quiere convocar en noviembre, terminó sin acuerdo. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, pidió a las autonomías que se pronunciaran sobre cómo debe configurarse la Conferencia así como su orden del día. Las comunidades gobernadas por el PP exigieron unánimemente a Sevilla que antes de pedirles que se pronuncien por la Conferencia, el Gobierno lo haga sobre el modelo de Estado que pretende impulsar. Las autonomías gobernadas por el PSOE denunciaron la actitud "obstruccionista" del PP. Finalmente, los reunidos acordaron celebrar una nueva reunión en octubre para salvar los obstáculos.
A la reunión, celebrada en el Ministerio de Administraciones Públicas, que duró algo más de tres horas y que estuvo marcada por momentos de tensión, asistieron consejeros de las 17 comunidades autónomas, así como de representantes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. El ministro de Administraciones Públicas abrió la sesión con la petición a las comunidades autónomas para que se pronunciaran, una a una, sobre la configuración de la Conferencia de Presidentes. Apeló a la carta de convocatoria que les había enviado en julio en la que fijó los puntos concretos cuya definición reclamaba.
Tras la intervención de Sevilla, tomaron la palabra las comunidades gobernadas por el PP. Inició la ronda el consejero de Relaciones Institucionales y de Comunicación de la Comunidad Valenciana, Esteban González Pons. Los representantes de las ocho comunidades más Ceuta y Melilla, todas ellas gobernadas por el PP, acordaron un discurso común en el desayuno que mantuvieron en la sede de la Comunidad de Madrid, gobernada por este partido, previo a la reunión. Allí decidieron también que Ignacio González, vicepresidente de dicha comunidad, ejerciera como portavoz único en la conferencia de prensa posterior a la reunión. El representante de la Xunta de Galicia, que quería tener voz propia, no pudo ejercerla.
Todos ellos exigieron a Sevilla que el Gobierno se definiera sobre el modelo de Estado antes de reclamarles qué tipo de configuración de Conferencia de Presidentes querían. Algunos cargaron más las tintas que otros en la "ausencia del proyecto territorial" del Gobierno. Hubo quienes reprocharon al ministro de Administraciones Públicas por "estar hipotecado a los acuerdos con los partidos nacionalistas" como explicación a que el ministro no pusiera sobre la mesa una propuesta sobre la configuración de la Conferencia de Presidentes.
El representante de la Comunidad Valenciana expresó su temor a que la Conferencia de Presidentes se transformara en una "tercera cámara", tras el Congreso y el Senado, si se le diera capacidad para tomar decisiones con vinculación jurídica. El representante de Murcia, Fernando de la Cierva, dijo que la reunión era como una "partida de póquer" en la que "el Gobierno quería descubrir las cartas de las comunidades autónomas".
Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, resumió así las críticas del PP: "Ha habido una ausencia absoluta de propuesta". González aconsejó al Gobierno que "no empiece la casa por el tejado".
El consejero de Agricultura del Gobierno vasco, Gonzalo Sáenz de Samaniego, también reclamó al Gobierno que definiera el modelo de Estado antes de pronunciarse sobre la Conferencia.
Sin embargo, los representantes de las comunidades socialistas, así como los de la catalana y canaria, se ajustaron a la petición de Sevilla de promover contenidos a la Conferencia de Presidentes. El consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat de Cataluña, Joan Saura, acusó al PP de mantener una actitud "obstruccionista" y lamentó la actitud de las comunidades gobernadas por el PP al instalarse en "la dinámica Gobierno-oposición". Saura aclaró que las decisiones que se adoptan en las Conferencias de Presidentes en países federales "no tienen vinculación jurídica" y que al PP "le falta la cultura de la cooperación".
Eje de cooperación
El consejero de la Junta de Andalucía Gaspar Zarrías definió la Conferencia de Presidentes como un "eje fundamental de la cooperación" y abogó porque tengan un "contenido político". El vicepresidente de la Junta de Extremadura, José Ignacio Sánchez Amor, arremetió contra las comunidades del PP, de las que dijo: "No sabemos si el argumentario de San Millán de la Cogolla no incluía la referencia a la Conferencia y por eso han sido incapaces de dar su posición".
Ante la situación de bloqueo, Jordi Sevilla reclamó una nueva reunión, que se celebrará en octubre, y pidió a las comunidades que enviaran sus sugerencias y él se comprometió a presentar una propuesta refundida.
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