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El ataque incendiario contra una escuela de Girona se debió a una venganza

El lanzamiento de dos cócteles molotov contra el patio de la escuela Pare Coll de Girona, en el que participaron un alumno y un ex alumno del centro de 15 años y otro joven de 18, obedeció a un intento de venganza contra el centro. El jefe de la Policía Local de Girona, Josep Palouzie, explicó ayer que la hipótesis del ataque, que no causó heridos pero rozó la desgracia, tiene vinculación con el comportamiento de un alumno del centro y pudo obedecer a "una especie de venganza relacionada con la escuela". Fuentes del centro admitieron que el alumno detenido por la policía por el lanzamiento de dos botellas con líquido inflamable al patio, el pasado viernes, había tenido problemas de comportamiento.

La escuela está dispuesta a llevar sus medidas disciplinarias "hasta las últimas consecuencias", aunque desea reunir toda las información antes de actuar. Ninguno de los tres detenidos poco después del incidente ha admitido su participación en los hechos.

El juez prolongó la detención del joven de mayor edad, aunque no ordenó su ingreso en prisión. La policía sólo ha podido mantener la imputación directa respecto a uno de los detenidos, mientras que la intervención de los demás se sustenta a través de testigos. Todo parece indicar que el mayor de los detenidos pudo lanzar el primer artefacto incendiario al patio, una media hora antes de la salida de los escolares, cuando el patio estaba desierto. En el lanzamiento del segundo artefacto sí pudo intervenir el alumno de la escuela. Aunque esta botella era de menor tamaño que la primera, explotó cerca de dos menores sin causarles daño.

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