Cero en seguridad para los Comunes
Varios incidentes ponen en evidencia la vulnerabilidad del Parlamento británico
Dos graves fallos, en dos días consecutivos, en la seguridad del Parlamento británico han puesto en evidencia la vulnerabilidad de un sistema de protección regido por normas medievales. "Estamos en la era del terrorismo suicida y nuestro sistema de seguridad está anticuado", criticó Peter Hain, presidente de la Cámara de los Comunes, tras desvelar que Westminster está en el punto de mira de Al Qaeda.
No han sido esta vez los radicales islámicos, sino un grupo de aristócratas y un periodista, los que han hecho saltar la alarma en el palacio de Westminster. La cuna de la democracia moderna se rige por sus propias normas y la parafernalia se extiende a su sistema de protección. La tradición impera y la autoridad recae en el speaker (moderador de los Comunes) y el serjeant-at-arms, una figura medieval que porta sable. Son sus empleados, los porteros, quienes protegen el palacio. Incluso los agentes de policía necesitan permiso para entrar en la Cámara.
El serjeant tiene sus días contados. Sobrevive desde 1415 pero el Gobierno quiere sustituirlo por un director de seguridad, "un profesional moderno", según confirmó ayer Hain. La urgencia de la reforma es evidente. Ayer, el rotativo sensacionalista The Sun desveló que uno de sus periodistas, Anthony France, pudo introducir componentes similares a un detonador sin levantar las sospechas de los oficiales de Westminster. "Estuve dentro de los Comunes con mi bomba", ha escrito.
El incidente de la bomba se produjo un día después de la invasión de la Cámara baja por cinco manifestantes en protesta contra la ilegalización de la caza del zorro. Jóvenes pudientes, que burlaron varios controles e interrumpieron el debate. Los protagonistas del altercado son íntimos amigos de la familia real inglesa, según los medios británicos. Luke Tomlinson, de 27 años, es amigo de la infancia de los príncipes Guillermo y Enrique y es considerado por el heredero de la corona, Carlos de Inglaterra, como "una buena influencia" para sus hijos por preferir la tranquilidad del campo frente a la vida nocturna de Londres.
Los vínculos de Tomlinson con la familia real van más allá, pues forman parte del mismo club de caza de zorro que Camila Parker Bowles y la princesa Ana, el Beaufort Hunt. Robert Thame, de 33 años, que es el cuarto componente del equipo de polo de los príncipes, fue otro de los manifestantes. Entre los intrusos está además un buen amigo del príncipe Enrique, Otis Ferry, hijo del conocido cantante, Bryan Ferry. Nick Wood, de 41, el cuarto manifestante, ha sido cocinero de la reina y de Carlos y Diana. Y John Holliday cierra la lista de amistades de la familia real y, según los medios británicos, ha compartido horas de caza con Carlos de Inglaterra.
El presidente de la Cámara de los Comunes reconoció la gravedad del acto de protesta y alertó ayer de que el espionaje señala al Parlamento entre los objetivos de Al Qaeda y que los servicios de seguridad "llevan meses intentando persuadir a las autoridades de los Comunes para que esmeren su vigilancia y actualicen sus métodos". Esta semana, agentes armados velan por fin las puertas de entrada a los Comunes.
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