Abu Dabi retira su oferta de tomar el 9,8% de Volkswagen

El emirato de Abu Dabi decidió ayer retirar su oferta para hacerse con el 9,8% del capital de Volkswagen. Ambas partes no lograron acordar un precio para la compra. La ruptura entre Abu Dabi y la compañía supuso un golpe de efecto a las ya tensas negociaciones que arrancaron ayer en la empresa alemana. En juego está un nuevo convenio laboral para los 103.000 empleados del grupo en Alemania occidental.

Abu Dabi, según fuentes alemanas, pretendía adquirir su participación a precio de ganga. "Nuestras acciones valen más de lo que nuestros socios estaban dispuestos a ofrecer", afirmaron portavoces de Volkswagen. Desde el inicio de las conversaciones, en abril pasado, la cotización del grupo automovilístico cayó casi una quinta parte, hasta los 33 euros. Abu Dabi, por tanto, ya sólo hubiese tenido que pagar cerca de 1.300 millones de euros por la décima parte de la mayor compañía automovilística de Europa. Las acciones de Volkswagen cedieron casi un euro tras conocerse la ruptura del acuerdo.

El desembarco de Abu Dabi en Volkswagen formaba parte de una operación a varias bandas que también incluía la adquisición conjunta de Leaseplan. En esta empresa holandesa, hasta ahora propiedad del banco ABN Amro, Volkswagen debe tomar un 50%, mientras que Abu Dabi asumiría un 25%, y Olayan, un fondo de inversiones de Arabia Saudí, otro 25%. La idea original fue que Abu Dabi se hiciera cargo de pagar a ABN Amro el 50% correspondiente a Volkswagen a cambio del 10% del grupo automovilístico. Descartado este plan, Volkswagen ahora tendrá que pagar por sus propios medios la participación en Leaseplan.

Pese a ello, la compañía dirigida por Bernd Pischetsrieder subrayó ayer que aún existen "prometedoras perspectivas" para una "duradera, intensa y provechosa cooperación con Abu Dabi". VW anunció, en ese marco, que construiría una planta de camiones en el emirato.

El grupo automovilístico ya no puede contar con la protección accionarial de su socio árabe en el caso de que algún día se derogue la llamada Ley Volkswagen, que de hecho impide una oferta pública de adquisición (OPA) sobre la compañía al limitar al 20% los derechos de voto incluso para aquellos inversores que lleguen a controlar un paquete accionarial mayor. Gracias a ésta y otras disposiciones, regularmente criticadas por Bruselas, es el Estado federado de Baja Sajonia, que mantiene el 18% del capital, el que indirectamente controla Volkswagen.

Más presión

El anuncio de que la venta del 10% del capital ha fracasado coincidió con el inicio formal de las negociaciones sobre un nuevo convenio para Alemania occidental. "Esto aumenta las presiones para mejorar la marcha del negocio y reducir los costes laborales", observó, en entrevista con Reuters, el analista Albrecht Denninghoff. En el primer encuentro entre la empresa y el sindicato IG Metall no se registraron avances. El sindicato IG Metall ha solicitado un aumento salarial del 4%. La empresa, por el contrario, quiere congelar los sueldos durante los próximos dos años, y recortar, con una amplia gama de medidas, en un 30% los costes laborales hasta 2011.