Cuba se libra de la catástrofe tras un repentino cambio de rumbo del huracán

Por suerte para Cuba, los peores presagios no se cumplieron. El huracán Iván finalmente perdonó a La Habana y a las provincias centrales de la isla, aunque causó estragos en Pinar del Río, la más occidental, a donde se desplazó ayer Fidel Castro para seguir de cerca los acontecimientos. Iván, huracán de máxima categoría en la escala Safirr-Simpson, que en su paso por el Caribe ha dejado 70 muertos y ha devastado las islas de Granada y Jamaica, hizo un inesperado giro hacia el oeste y enrumbó hacia el canal de Yucatán, en vez de cruzar Cuba.

El pánico se había apoderado de los cubanos ante la inminente llegada de Iván, que arrastra vientos de hasta 260 kilómetros por hora y levanta olas de siete metros de altura y más. Hace tres semanas, otro ciclón, Charley, de escala dos en la categoría Safirr-Simpson, azotó el territorio cubano provocando cuatro muertos y pérdidas valoradas en 1.000 millones de dólares, según datos oficiales. Muchos barrios de La Habana y pueblos de Cuba estuvieron una semana sin agua y sin servicio eléctrico, decenas de miles de casas se derrumbaron y los mercados quedaron desabastecidos.

El temor se apoderó de la población cuando se conoció la existencia del nuevo meteoro, y en poco tiempo las autoridades iniciaron una movilización sin precedentes: 1.351.000 personas evacuadas, 7.200 turistas trasladados a lugares seguros, todos los aeropuertos cerrados desde el domingo y más de 100.000 movilizados en el campo para salvar cosechas y cabezas de ganado.

"Realmente, hemos suspirado, ha sido un alivio", dijo un funcionario del Consulado de España en La Habana. Hasta el momento no se ha reportado ningún problema con turistas españoles, aunque, según fuentes consulares, sí ha habido muchos nervios.

El Estado Mayor de la Defensa Civil de Cuba informó de que 7.186 turistas fueron evacuados de los cayos del sur de Cuba y de los hoteles situados en Pinar del Río, Matanzas y en las provincias centrales de la isla, que podían ser afectadas por las lluvias y fuertes vientos de Iván. En la playa de Varadero se encuentran 13.000 turistas, pero no corren ningún riesgo, según las autoridades.

Pese a que se esperaba una catástrofe de proporciones nacionales y finalmente no se producirá, en Pinar del Río, zona agrícola famosa por sus plantaciones de tabaco, Iván podría causar estragos, según las autoridades. De sus 750.000 habitantes, han sido evacuados cerca de 180.000, y 300.000 estudiantes fueron obligados a abandonar los centros ubicados en zonas rurales para ponerse a salvo. Hasta esa provincia se desplazó ayer el presidente cubano, Fidel Castro, que afirmó que la "actitud amable" del huracán Iván al cambiar inesperadamente su rumbo "evitará grandes gastos al país", aunque, dijo, era necesario tomar todas las precauciones para evitar pérdidas de vidas humanas y reducir los daños.

Anoche, Iván se desplazaba a 15 kilómetros por hora y los meteorólogos esperaban que cruzase el canal de Yucatán para adentrarse en aguas del Golfo de México. El pronóstico es que se dirija a un punto del extremo oriental de los Estados de Luisiana, Misisipí, Alabama o el noreste de la Florida, en Estados Unidos, donde ya han comenzado la evacuación de decenas de miles de personas, al igual que en el Estado mexicano de Quintana Roo.

Casas arrastradas

A su paso por Jamaica, Iván dejó al menos 14 muertos. Ríos desbordados por las fuertes lluvias invadieron las calles y arrastraron las casas más humildes, junto a vehículos, árboles y postes de alumbrado. La policía informó de que bandas de hombres armados recorrían ayer las calles de Montego Bay y Kingston saqueando comercios y empresas, intercambiando disparos con los agentes y enfrentándose a residentes que defendían sus propiedades.

En Granada el ciclón dejó la isla devastada. Según la Cruz Roja, cerca de 60 personas perdieron la vida y los daños materiales son incontables. Todavía hoy continúan el caos y los saqueos, y, ante lo crítico de la situación, el primer ministro de Granada decretó el toque de queda en la capital.