US Airways cae un 35% en Bolsa ante la perspectiva de su desaparición
La crisis en el sector aéreo estadounidense se agudiza. Al plan de reestructuración anunciado hace una semana por la compañía Delta Airlines para intentar esquivar la bancarrota se le sumó este fin de semana la declaración de quiebra de US Airways. Es la segunda gran aerolínea estadounidense, junto a United Airlines, que se encuentra en esta situación, y una tercera, Delta, está en la cuerda floja. Wall Street recibió el anuncio con pesimismo y los títulos de US Airways cayeron un 35% (más del 40% en algunos momentos de la sesión) en el parqué neoyorquino, ante el temor de que esta vez la compañía aérea no sea capaz de superar la crisis y desaparezca.
Las luchas constantes entre dirección y sindicatos por flexibilizar las condiciones laborales, el incremento de los costes por el encarecimiento del combustible, las medidas de seguridad, los pobres ingresos y la cada vez mayor rivalidad de las aerolíneas de descuento están haciendo mella en las grandes aerolíneas de EE UU, que no terminan de ver la luz al final del túnel después de tres años de crisis.
El caso de US Airways, la séptima compañía del país, es el más evidente. No sólo porque fue la primera en declararse en quiebra tras los atentados del 11-S, sino porque es la segunda vez que se acoge a la protección judicial para sacar adelante su plan de reestructuración. La dirección de la aerolínea advirtió en mayo que se vería obligada a dar este paso si no cerraba con los sindicatos el acuerdo para reducir los costes en 800 millones de dólares, y transformar a la compañía en una aerolínea del tipo de las de bajo coste.
Las secuelas del 11-S
La acción ante la justicia se materializó el domingo, un día después de cumplirse el tercer aniversario de los ataques terroristas suicidas contra la Torres Gemelas, que hicieron tambalear a la industria aeronáutica en todo el mundo, especialmente a la de EE UU. US Airways, que cuenta en la actualidad con 28.000 empleados, logró superar la primera bancarrota en marzo de 2003, después de siete meses de protección legal. El Tribunal de Alexandria (Estado de Virginia), el mismo que analizó el caso hace dos años, debe decidir ahora si aprueba el nuevo plan, por lo que las próximas semanas serán vitales para la aerolínea.
"Sólo hay una vía para salir de la quiebra y es reduciendo costes, incluidos los laborales", declaró ayer el presidente de US Airways, David Bronner. La ejecutiva de la aerolínea explica que este segundo plan de reestructuración pretende resolver las "insuficiencias" que le impiden competir en un mercado en el que las compañías de descuento marcan el ritmo. La dirección de US Airways resta, entretanto, dramatismo a la situación al asegurar que las operaciones de la aerolínea -3.300 vuelos diarios a 182 destinos- continuarán con "normalidad" en EE UU, Europa y el Caribe.El fabricante brasileño de aviones Embraer admitió que teme por sus ventas, ya que tiene un contrato de 2.100 millones de dólares con US Airways.
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