Respetar a Madrid

Leo perplejo la carta que se publica en El País Madrid el 28 de agosto, y que es respondida con gran acierto por otros lectores con fecha 1 de septiembre.

Yo quisiera realizar unas consideraciones a la carta de don Ignacio Ochoa de Oza desde Pamplona. Su carta no hace críticas a la concesión de la organización de los Juegos Olímpicos del 2012, sino que destila desprecio y descalificación a la ciudad de Madrid y a las personas que por lo visto tenemos la desgracia de ser naturales de la misma o bien que vivimos en ella y que además nos gusta.

Esta ciudad tiene el delito de ser la capital de un país que de momento se llama España y a la que durante la dictadura se asocia al centralismo que ejerció el franquismo, como si esta actitud la hubieran ejercido todos sus ciudadanos, máxime con los perjuicios y la represión que se padecieron en Madrid en tiempos del dictador, incluidos los múltiples fusilamientos y depuraciones ocurridas tras el fin de la contienda.

Con la llegada de la democracia, que aquí se vivió como en pocas zonas del país (o del Estado si se prefiere), desde esta ciudad sede del Gobierno se comenzó a discutir la elaboración de los marcos constitucionales y estatutarios con todas las fuerzas políticas. Era y es en la actualidad una expresión muy extendida que Madrid da o quita, confundiendo las decisiones del Gobierno, de forma que se exprese de tal manera que parece que es la ciudad la que decide.

Si en Madrid hubiera un sentimiento nacionalista de índole localista y diferenciador, como lo hay en Cataluña o en Euskadi, este señor no habría escrito esta carta, pues, en caso de que se hubiese atrevido, una multitud de instituciones y de personas le habrían calificado de todo lo imaginable.

A pesar de que en esta ciudad se admiten las críticas como en pocos sitios, yo le pediría a este señor respeto.

Me parece muy bien que no esté de acuerdo con la organización de los Juegos Olímpicos, pero desde luego las afirmaciones que hace sobre Madrid no son de recibo. A mí no se me ocurriría hacer comentarios despectivos sobre Pamplona, teniendo en cuenta que su fama a nivel internacional entronca con uno de los tópicos más extendidos que sobre España hay en el mundo, y que a algunos madrileños tanto nos molesta.