Euskadi vive uno de los septiembres más cálidos en décadas

El termómetro empezó a bajar ayer, pero los ocho primeros días de septiembre han superado marcas históricas de calor. En el área de San Sebastián, se ha alcanzado la mínima más elevada este mes desde 1930: la estación de medición de Zumaia no bajó de los 25,6º en la madrugada del miércoles y en el observatorio de Igeldo se midieron 25,5º. El Centro Meteorológico del País Vasco sólo guardaba registros similares hace 74 años: una mínima de 25,3º.

Desde que ha comenzado el mes, tres noches pueden calificarse como tropicales en Euskadi, con mínimas por encima de 20º. El Centro Meteorológico precisa que en otras cuatro jornadas las máximas han superado los 30º.

En el Observatorio de Sondika, donde las mínimas rebasaron los 23º las noches de los pasados martes y miércoles, hay que remontarse a 1983 para encontrar un septiembre tan bochornoso: el día 25 de ese año la mínima llegó a los 25º.

Las mínimas ya se situaron ayer en torno a los 16º y para este fin de semana se esperan nuevas bajadas. "La próxima semana entraremos ya en un tiempo otoñal", señaló una responsable del Centro Meteorológico del País Vasco, quien destacó que las máximas no superarán los 22º.

Las tormentas han contribuido al descenso apreciable de las temperaturas, pero también han causado problemas en varias comarcas de Guipúzcoa y Álava, donde en la tarde del jueves se recogieron hasta 35 litros por metro cuadrado en media hora.

La agencia vasca de meteorología Euskalmet aseguró ayer que las comarcas del Alto Deba, Alto Urola, Alto Oria y Montaña Alavesa fueron las más afectadas. Las precipitaciones estuvieron acompañadas por rachas de viento muy fuertes, que en Salvatierra superaron los 95 kilómetros por hora, en Zarautz los 94 y en Vitoria rebasaron los 90 kilómetros por hora.

Euskalmet informó que las tormentas del jueves se formaron al norte de Burgos y, en apenas dos horas, afectaron a toda la comunidad autónoma. Las mayores precipitaciones afectaron a Vitoria, donde se recogieron 12,8 litros por metro cuadrado en diez minutos, y en el Alto de Deba, con 34 litros en hora y media.

El diputado de Agricultura alavés, Eloy López de Foronda, expresó ayer su preocupación por la próxima cosecha de uva a escasos días del inicio de la recogida. Técnicos de la institución foral están evaluando los daños ocasionados por la tromba de agua.

En Navarra, el Gobierno foral decidió ayer instar al Ejecutivo central a que declare zona catastrófica una amplia zona del sur de la comunidad anegada por las inundaciones sufridas el martes, informa Mikel Muez. Esta declaración permitiría acceder a las ayudas para reparar las infraestructuras afectadas y las rentas perdidas en la catástrofe.

El presidente navarro, el regionalista Miguel Sanz, anunció que el próximo lunes su Gabinete aprobará una normativa de ayudas directas y beneficios fiscales complementarios para los afectados, vecinos y agricultores de los pueblos de Cortes, Tudela, Ablitas, Fustiñana, Arguedas, Buñuel, Cabanillas, Fontellas, Ribaforada y Valtierra. "El Gobierno central no puede lavarse las manos", subrayó Sanz, que ha pedido al PSN que le apoye ante el Ejecutivo estatal.

Según estima la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), la riada ha destruido más de 10.000 hectáreas de cultivos. Un millar de cabezas de ganado murieron ahogadas y el Consorcio de Compensación de Seguros cifra en 800 los siniestros en viviendas, industrias y comercios y vehículos, con daños conjuntos cifrados en cuatro millones de euros.

El departamento foral de Obras Públicas calcula en 90 los kilómetros devastados por la fuerza del agua, que ha dañado seriamente nueve carreteras, dos de las cuales siguen todavía cerradas al tráfico.

La Policía Foral y la Guardia Civil localizaron ayer en el barranco de San Gregorio, en las Bardenas Reales, restos de la ropa de José Manuel M.L., de 58 años, un vecino de Valareña (Zaragoza) desaparecido desde el martes cuando conducía por la zona. Su turismo fue localizado la noche del jueves en el kilómetro 7 de la NA-125, cortada por la tromba de agua. El coche estaba volcado entre la maleza, a unos 25 metros de la calzada, con signos evidentes de haber sido arrastrado por las aguas.