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Nuevos documentos confirman anomalías en la 'mili' de Bush

El presidente aventaja al demócrata Kerry en dos Estados clave para las elecciones

Que George W. Bush hizo un servicio militar privilegiado en lugar de ir a Vietnam está probado desde que el presidente entró en política y ganó las elecciones a gobernador de Tejas en 1992. Que ni siquiera cumplió con los requisitos de aquella mili en la que fue piloto en la Guardia Nacional de Tejas quedó claro desde el invierno. Ahora, nuevos documentos encontrados por un canal de televisión demuestran que al presidente y comandante en jefe se le prohibió seguir volando porque no se presentó a un examen médico, y que sus superiores tuvieron que hacer encaje de bolillos para tratar su caso.

"En esta fecha he dado la orden de que el teniente Bush sea suspendido como piloto por no haber cumplido los niveles mínimos de la Guardia Nacional de Tejas y no haberse presentado al examen médico anual, como se le había ordenado". El documento, con fecha de 1 de agosto de 1972, está firmado por el teniente coronel Jerry Killian, superior de Bush y ya fallecido. Killian quería que se abriera una investigación, pero no consta que se hiciera, aunque él escribió que dio la orden verbal al comandante.

Otros papeles sugieren que Bush recibió un trato especial -su padre era en aquel momento embajador de EE UU ante la ONU- y que hubo presiones políticas y militares en su favor. Killian dejó escrito, por ejemplo, que se encontró con dificultades con sus superiores por resistirse a conceder un trato de favor al joven Bush: "Estoy teniendo problemas de interferencias en mi trabajo". Después de la interrupción de su carrera como piloto, Bush consiguió un permiso para seguir su servicio militar en Alabama, pero no consta que llegara a incorporarse excepto por una radiografía dental.

La Casa Blanca dijo hace siete meses que había entregado todos los documentos sobre el servicio militar del presidente, pero entre ellos no se encontraba el informe de Killian. Dan Bartlett, director de Comunicaciones del presidente, dijo a la CBS que desconocía por qué el informe dado a conocer por esa cadena estaba entre sus objetos personales, y que Bush había cumplido sus obligaciones y había sido licenciado sin problemas.

Después de la tormenta sobre el pasado de Kerry en Vietnam y lo que le ha costado en los sondeos, los demócratas no quieren dejar pasar la oportunidad: "Bush tiene que explicar por qué ha engañado sistemáticamente sobre su servicio militar y sobre las ayudas que recibió", dijo ayer el presidente del partido, Terry McAuliffe.

A la espera de saber si estas grandes interrogaciones en el pasado de Bush prenden en un electorado que en buena medida ha tomado ya decisiones, la Casa Blanca sigue encontrando estímulos en los sondeos. Ayer, una cuarta encuesta global, de la CBS, volvía a ponerle siete puntos por delante del demócrata. Pero lo que más alegró ayer a las tropas republicanas fueron las encuestas de Gallup en dos lugares fundamentales, Misuri y Ohio. En Misuri -que algunos califican como el microcosmos más representativo del país-, Bush consigue 14 puntos de diferencia sobre Kerry; en Ohio, otra de las grandes peleas de la campaña, la diferencia es de nueve puntos. Hace dos meses, Kerry llevaba una ventaja de seis puntos a Bush en Ohio y ambos estaban empatados en Misuri.

El efecto trampolín que tuvo para Bush la Convención de Nueva York debería ir disipándose. Depende de que cuajen o no entre los electores las ofensivas demócratas -Irak y la economía- lanzadas desde el fin de semana. Si eso no ocurre -si Bush consigue mantener la ventaja-, Kerry llegará en posición de desventaja a los debates. Por lo pronto, parece difícil que la Casa Blanca acepte los tres propuestos. Hay indicios que apuntan a que los republicanos optarán por dos en lugar de tres, para exponer menos al presidente en caso de que llegue a octubre con su actual margen de ventaja.

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