El Museo de la Ciudad expone la obra madrileña de José de Almada Negreiros
Arlequines, naturalezas muertas, circos y galeras de magos, señoronas en sus palcos de teatro con sombreros donde conviven aves zancudas y mapamundis, geishas, "azoteas transatlánticas" y damitas primorosas son algunas de las criaturas dibujadas por el artista portugués José de Almada Negreiros (1893-1970) durante los años que vivió en Madrid. La exposición El alma de Almada el impar: obra gráfica 1926-1931, inaugurada ayer en el Museo de la Ciudad (Príncipe de Vergara, 140), exhibirá hasta finales de septiembre parte de esa producción evocando, con ánimo de recuperación, tiempos de "fructífero acercamiento cultural" entre Portugal y España, según destacó ayer en rueda de prensa Juan José Echeverría, director general de Patrimonio Cultural de la Concejalía de las Artes.
La muestra sigue las pistas de una singular amistad creativa: la que mantuvo con Ramón Gómez de la Serna, una de cuyas frases sirve de título a la muestra. "Ambos representan la vanguardia jovial de los años veinte", definió Juan Manuel Bonet, ex director del Museo Reina Sofía y experto en la obra de Almada.
Pintor, bailarín, poeta y figura medular del modernismo portugués, Almada fue, junto a su amigo Fernando Pessoa, uno de los fundadores de la revista Orpheu (1915). Artista "poliédrico", destacó en diversas disciplinas, pero le reservó al dibujo un lugar especial: "El dibujo es nuestro entendimiento al fijar el instante", dijo el artista.
La muestra llega a España por iniciativa del Ayuntamiento de Lisboa y de la Embajada de Portugal, con el patrocinio de Caja Duero.
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